Desde hace un par de años, los ganaderos andaluces se han encontrado con la aplicación de un Coeficiente de Admisibilidad de Pastos (CAP) injusto que les reduce de forma brutal el terreno considerado como pastable a efecto de la percepción de ayudas de la Política Agraria Común (PAC), especialmente en la dehesa y el monte mediterráneo, y que además de recortarle los pagos europeos está incidiendo negativamente en el valor patrimonial de sus explotaciones.
La periodista Inma Lopera recoge en el ABC de ayer la denuncia de ASAJA-Sevilla, que explica que la aplicación de este coeficiente ha reducido la superficie de pastos de las explotaciones ganaderas andaluzas en 782.000 hectáreas, causando un grave perjuicio a más de 12.000 ganaderos de ovino, bovino, porcino y caprino, que con el pastoreo mantienen la dehesa y el monte y contribuyen a la lucha contra los incendios forestales.
Como ha explicado a ABC el técnico de Asaja Sevilla, José Manuel Roca, «antes, cuando un inversor iba a comprar una finca, se fijaba en aspectos como las instalaciones, el acceso o las producciones, pero hoy en día mira el CAP, a ver qué valor tiene, porque está incidiendo en el patrimonio de esa explotación».
Adjuntamos el artículo completo de ABC.