La Dirección General de Agricultura de la Comisión Europea organizó a principios del pasado mes de diciembre en Bruselas la Conferencia anual sobre perspectivas en el sector agrario europeo (Agricultural Outlook Conference).
Este encuentro, en el que participó el comisario de Agricultura, Phil Hongan, y el comisario europeo de Energía y Acción por el Clima, Miguel Arias Cañete, contó con la presencia destacada del presidente de la Comisión Europea, Jean Claude Juncker, quien mostró su apoyo incondicional a la PAC, una política de la que se ha declarado “un fiel seguidor”.
En su comparecencia Jean Claude Juncker confirmó que no habrá una revisión intermedia de la PAC actual y adelantó que este 2017 se abrirá un proceso de consultas para ver por dónde debe plantearse la próxima reforma, la que entrará en vigor a partir de 2020.
La PAC, una política fundamental e indispensable
El presidente de la CE además definió a la PAC como una política “fundamental e indispensable” que representaba en la UE a más de 22 millones de agricultores y 44 millones de trabajadores. Es más, “la agricultura genera más puestos de trabajo que la industria de la automoción y aeronáutica juntas”.
Juncker defendió que la PAC debería ser simplificada, para aligerar la carga administrativa de los agricultores, y modernizada, para acercar las posibilidades de la tecnología para producir “más con menos”, y sobre todo debería dar respuesta a los objetivos de desarrollo sostenible y a la volatilidad de los precios.
En referencia a la cadena alimentaria, Jean Claude Juncker aseguró que “no podía aceptar que un litro de leche fuera más barato que uno de agua”, por eso recalcó la importancia en la nueva PAC para corregir la posición de debilidad de los agricultores.
Los tres objetivos de la futura PAC
Por su parte, el comisario de Agricultura, Phil Hogan, entiende que la PAC debe seguir teniendo como eje a los pagos directos, y en paralelo, debe trabajar para lograr que se pague un precio justo por los productos de los agricultores. Hogan se centró además en tres posibles objetivos que debería seguir la futura PAC: lograr una producción más sostenible y conseguir una mayor capacidad de adaptación al mercado y mantener la apuesta por el relevo generacional. Para incentivar el relevo, Hogan apuesta por facilitar el acceso a los créditos y a las tierras y paralelamente reducir el “papeleo”.
Por último, el comisario europeo de Energía y Acción por el Clima, el español Arias Cañete, afirmó en su intervención que la CE no eliminará de forma inmediata los biocombustibles de primera generación, aunque no promoverá su uso, y que la transición hacia biocombustibles más modernos será la verdadera apuesta de Bruselas.
Arias Cañete recordó también que los sistemas agrícolas europeos deberán ser sostenibles para adaptarse a los objetivos marcados por el Acuerdo por el Clima de París (COP21) y respetar así los niveles de emisión de CO2, ya que por primera vez la agricultura pasa a ser uno de los sectores que tiene obligatoriedad de cumplimento.