Sequía y altas temperaturas, principales preocupaciones de los agricultores y ganaderos andaluces
La preocupación por la sequía y las altas temperaturas ha sido la nota dominante en todos los debates y todas las conversaciones mantenidas por los agricultores y ganaderos andaluces que han participado hoy en la Asamblea General de ASAJA-Andalucía celebrada en el Centro Guadiamar que gestiona ASAJA-Sevilla en Huévar del Aljarafe.
Tal y como expuso el presidente de ASAJA-Andalucía, Ricardo Serra, “la combinación de falta de agua, altas temperaturas y vientos de levante está siendo letal para el campo”. Preocupa, por tanto, la falta de lluvias en abril, mes clave de un año agrícola que ya venía corto de agua, con un déficit pluviométrico de 100 litros/m2 en Andalucía. “No se está cumpliendo el refrán de ‘en abril, aguas mil´ y los cultivos están cogidos con alfileres; si en los próximos 10 ó 15 días no hay precipitaciones, la situación será mala o muy mala para los secanos, la arboleda y los pastos”, ha advertido Serra.
Aumenta el riesgo por roya en el trigo duro
La roya es una enfermedad ampliamente distribuida a nivel mundial que produce importantes pérdidas económicas en el Trigo por su rápido crecimiento exponencial.
Como informa la Red de Alerta e Información Fitosanitaria de la Junta de Andalucía (RAIF) en nuestras zonas de cultivo las principales especies causantes de esta enfermedad son: Puccinia striiformis fsp. Tritici (roya amarilla o lineal) y Puccinia triticina (roya parda o de la hoja), necesitando cada una de ellas distintas condiciones meteorológicas para su inicio y desarrollo.
Un millón de hectáreas de secano se quedan sin ayuda agroambiental
Los cultivos herbáceos tienen un importante peso dentro de la superficie agraria útil andaluza, con 1,5 millones de hectáreas, de las que aproximadamente el 80% se desarrollan en secano. Como explica la periodista Inma Lopera en ABC, dentro de los herbáceos de secano, el trigo (duro y blando) y el girasol son las principales producciones y las rotaciones prioritarias en las explotaciones agrarias de campiña.
Se trata, además, de cultivos en los que el campo sevillano es líder nacional, pues Sevilla es la mayor productora de girasol de España y de trigo duro. Ambas producciones comparten una última campaña (2016) desastrosa, donde el calor y la sequía, junto con las plagas, se convirtieron en el principal azote de los cereales de invierno y las oleaginosas, llevando al trigo y al girasol a un brutal descalabro en cuanto a los rendimientos en el campo y, por tanto, también respecto a la rentabilidad. Una crisis que en el caso del trigo tuvo su principal foco en el ataque del conocido como mosquito del trigo (Mayetiola destructor), que provocó pérdidas de hasta el cien por cien de las cosechas en algunas de las explotaciones de la campiña sevillana.
Adjuntamos el artículo completo de ABC
Andalucía ha recogido ya casi el 60% de agua de lluvia de un año medio
En lo que llevamos de año agrícola en Andalucía (desde el 1 de septiembre de 2016) se ha recogido una precipitación media acumulada de unos 340 mm; siendo las provincias de Cádiz y Málaga las que más agua de lluvia han recibido, 485 mm y 445 mm, respectivamente, según los datos que publica en su página web la Red de Alerta e Información Fitosanitaria de la Consejería de Agricultura (RAIF). Granada, con 220 mm, y Jaén con 223 mm, han sido las que menos precipitación han acumulado en estos primeros meses del año agrícola.
Cereales y girasol fueron los cultivos menos rentables de la provincia
En términos agrarios, 2016 no fue un buen año para la provincia, ya que cultivos en los que Sevilla es líder (como por ejemplo el trigo duro y el girasol) sufrieron un brutal descalabro en cuanto a los rendimientos en el campo y, por tanto, también respecto a la rentabilidad. Tras estos malos resultados está la meteorología pues el calor y la sequía, junto con las plagas, se convirtieron en el principal azote de los cereales de invierno y las oleaginosas.
Aplicación de herbicidas de postemergencia en cereales de invierno
Las ansiadas lluvias de las últimas semanas han originado que, paralelamente al crecimiento de las plantas de trigo duro, estén naciendo malas hierbas, tanto gramíneas (monocotiledóneas) como de hoja ancha (dicotiledóneas), por lo que se hace indispensable el empleo de herbicidas de postemergencia con el fin de controlarlas.
El control de las malas hierbas en cereales de invierno es una de las principales tareas que precisan estos cultivos, y una de las más costosas.
¿Cómo influye la temperatura en el crecimiento vegetativo del trigo duro?
El desarrollo de los cereales se encuentra muy influido por los factores ambientales, principalmente el fotoperiodo, la temperatura y la humedad del suelo.
Como publica la Red de Alerta e Información Fitosanitaria (RAIF) de la Consejería de Agricultura en su página web, la temperatura controla la respuesta del desarrollo en los cereales, especialmente en las variedades que requieren vernalización (efecto de las bajas temperaturas para favorecer la floración) para pasar del período vegetativo al reproductivo.
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