La Agencia de Información y Control Alimentarios (AICA) ha publicado esta semana los datos de mercado del sector del aceite de oliva y la aceituna de mesa con fecha 28 de febrero de 2023. Según estos datos, la producción de aceite de oliva en febrero ha sido de 35.527,80 toneladas, mientras que la producción acumulada en lo que va de campaña es de 652.086,61 t, lo que supone 128.473,39 t menos que las aforadas (780.482 toneladas).

A este ritmo, la producción de aceite apenas superaría las 700.000 toneladas. Se consolida así la baja cosecha, con una producción por debajo de la mitad de la campaña anterior.

Y ya casi a inicios de primavera seguimos sin perspectivas de lluvia, y si la pluviometría no mejora ni a corto ni a medio plazo, los problemas de recursos y de abastecimiento continuarán en la siguiente campaña.

En estos primeros cinco meses de campaña (octubre-febrero) ya se ha dado salida a más de dos tercios de la producción, alcanzando en el acumulado las 490.310 t comercializadas, lo que contribuye a generar tensión en los mercados, puesto que los precios siguen elevados ante la falta de disponibilidad, y a que se necesite mucho más aceite de oliva de terceros países para cubrir la demanda.

En cuanto a las salidas, siguiendo la tendencia a la baja, en febrero se han reducido debido a la baja producción. Se han alcanzado las 82.950 t.

Respecto a las existencias totales de aceite a final del mes de febrero son de 738.810 t, (21.050 t menos que en enero), de las cuales 462.550 se encuentran en almazaras, 266.051 t en envasadoras y 10.210 t en el Patrimonio Comunal Olivarero.

Aceitunas de mesa

En cuanto a la aceituna de mesa, el sector goza de una buena salud, según se desprende de los últimos datos, en los que se refleja que la producción ha disminuido un 37 % respecto a la campaña anterior, situándose en 405.000 t, lo que unido al stock de enlace de campaña más elevado de la serie histórica, nos proporciona un total de recurso para mercado para esta campaña de comercialización de 860.000 t, un 15% menos que la campaña anterior, es decir, 147.000 t menos de recurso.

Si a esto sumamos un aumento de la exportación de un 11 % respecto a la campaña anterior y una pequeña disminución del 2 % del mercado interior, nos arroja un balance de comercialización a 31 de enero superior al de la campaña anterior de un 7 % y de un 10 % respecto a la media de los últimos cuatro años. Actualmente se está comercializando una media de 44.600 toneladas mensuales, frente a las 41.600 toneladas de la campaña anterior.

Dichos datos favorables se ven reflejados en las operaciones de compra de aceitunas transformadas o clasificadas, que están a un precio superior a los de la campaña anterior, de la misma forma que las liquidaciones de las aceitunas en verde, que han sido superiores en un 20 % para la variedad manzanilla, y de un 41 % de la variedad hojiblanca.

Sin embargo, este incremento de precios del producto no significa un aumento de rentabilidad para el agricultor, ya que la producción en Sevilla y Andalucía ha sido inferior en un 29 % respecto a la campaña anterior, y esto ha supuesto un incremento del coste de recolección, que unido a los incrementos de gastos fijos de producción por el aumento de los inputs ha llevado a gran parte de los agricultores a no cubrir los costes de producción.