A pesar de que la superficie regada en España supone solo un 14 % de la superficie agraria útil, contribuye en algo más del 67 % a la producción final vegetal y en un 2,4 % al Producto Interior Bruto (PIB) del país y emplea a un 4 % de su población ocupada.
Así lo ha asegurado la directora general de Desarrollo Rural y Política Forestal, Esperanza Orellana, hace unos días durante la inauguración de la jornada técnica "Eficiencia Hídrica en Agricultura de Regadío", organizada por el Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente (Mapama).
En un comunicado, del que informa EFEAGRO, fuentes ministeriales han insistido en la importancia de avanzar en el uso eficiente del agua mediante la modernización de regadíos que impulsa el Mapama, y que se contempla en la Estrategia Nacional de Regadíos.
Es necesario modernizar 800.000 ha
Orellana recordó que en ella se recoge la necesidad de modernizar 800.000 hectáreas de regadíos, lo que supondrá un ahorro de agua de unos 1.100 hectómetros cúbicos al año, con una inversión próxima a los 3.000 millones de euros.
La directora de Desarrollo Rural explicó que su borrador prevé avanzar en las medidas que permitan fomentar el ahorro, como la instalación de contadores de agua inteligentes que permitan hacer un seguimiento continuo y un control efectivo del agua empleada.
Esta iniciativa -precisó- permitirá a las comunidades de regantes la implantación generalizada de tarifas binómicas o similares que estimulen el ahorro de agua.
También hizo mención a la Estrategia de Economía Circular 2030 de la Unión Europea, que prevé la reutilización de aguas regeneradas para la agricultura de regadío.
Al respecto, comentó que en España hay 2.000 depuradoras que tratan cerca de 4.097 hectómetros cúbicos de aguas residuales, que pueden reutilizarse en agricultura no sólo cómo fuente de agua, sino también como fuente de energía y nutrientes.