En el apartado Tierra y Vida de esta página web tienes disponible el último número de nuestra revista (441), correspondiente a los meses de noviembre y diciembre, en el que recogemos los asuntos más interesantes sucedidos durante los dos últimos dos meses.

En este número informamos sobre el panorama actual de nuetro sector, que está padeciendo sequía, menores cosechas, incremento de costes, malos precios, aranceles… y que está pendiente, además, de otros factores externos que escapan por completo a su control: Brexit, acuerdos comerciales, presupuesto europeo, enésima reforma de la PAC… Un escenario que deja frío al observador más experimentado.

Y en esta situación España sigue con un Gobierno nacional en funciones y un Gobierno regional que, pese a su aparente disposición, adolece de fluidez y capacidad de respuesta.

La sequía está causando estragos en el campo andaluz. En el caso de la ganadería, además del importante sobrecoste de alimentación que soportan los ganaderos en unas fechas en las que la cabaña debería estar comiendo hierba, los precios del ovino y del vacuno no acompañan, y en el caso del porcino ibérico, las buenas perspectivas de la montanera están pendientes de un hilo.

Los cultivos herbáceos de secano, que cerraron el año agrario con una merma considerable de las producciones por la falta de agua, siguen pendientes del cielo y sembrando en seco o retrasando las siembras a la espera de tempero.

La falta de lluvias ha reducido la cosecha de verdeo en más de 100.000 toneladas, como informamos en este número,  mientras que la de molino se verá reducida en un 40%, y pese a ello, los precios del aceite continúan por los suelos, a la espera de que la apertura del sistema de almacenamiento privado consiga animar el mercado español del aceite de oliva, tocado por la abundante cosecha de 2018/19 y hundido tras la entrada en vigor del incremento arancelario al aceite español en EE.UU.

Otras producciones sevillanas como el arroz no corren mejor suerte, pues ya esta campaña los arroceros de la margen derecha han sufrido un descenso importante de los rendimientos por el incremento brutal de la salinidad del Guadalquivir en las tomas de riego.

Y en paralelo en Bruselas, con una Comisión Europea aún en funciones, nos presentan una PAC en transición que plantea, ya para el ejercicio de 2020, severos recortes en los pagos directos y en el Desarrollo Rural.

Mientras el campo sufre uno de sus años más críticos, en España seguimos con un Gobierno incapaz de hacer frente a los retos que le plantea el sector y menos aún de defender a sus agricultores y ganaderos en Bruselas o en Washington, donde se han empleado a fondo los Gobiernos de Francia, Alemania, Italia y Gran Bretaña para defender sus intereses nacionales y amparar sus producciones.

En Andalucía contamos afortunadamente con un Gobierno estable que ha sido capaz de presentar y pactar el presupuesto para el ejercicio de 2020, como abordamos en este número, si bien le está faltando la agilidad y la capacidad de respuesta necesarias para ofrecer soluciones, siquiera paliativas, a la situación tan crítica que vive el campo.

Por otra parte, informamos también este número de los primeros aforos citrícolas, que auguran una producción más corta pero de gran calidad, las nuevas extensiones de norma del aceite y del porcino, e informamos de la marcha de los proyectos desarrollados por ASAJA-Sevilla dentro de los grupos operativos, entre otros asuntos.