En el apartado Tierra y Vida de esta página web tienes disponible el último número de nuestra revista (449), correspondiente a los meses de marzo y abril, en el que recogemos los asuntos más interesantes sucedidos durante los dos últimos dos meses.

Como informamos en este número, ya ha pasado un año desde que el COVID-19 pusiera fin a las tractoradas del campo español. Un año después, los agricultores y ganaderos andaluces están otra vez en la calle. Parece que la vía de las manifestaciones y las protestas es la única que entiende este Gobierno, que ha incumplido prácticamente todos los acuerdos y se ha parapetado tras el COVID-19 para posponer indefinidamente el cumplimiento de sus compromisos con el sector. Por lo que la situación, lejos de mejorar, ha empeorado con la nueva vuelta de tuerca que supone la nueva PAC, que está aún en fase de debate y debe entrar en vigor en 2023.

Esta nueva reforma cambia radicalmente los planteamientos que dieron origen a esta política, puesto que relega al segundo o tercer lugar la que hasta ahora era su finalidad principal, la producción de alimentos en cantidad y calidad suficiente para asegurar el abastecimiento, a un precio razonable, de toda la población europea. A partir de 2023, los objetivos prioritarios de esta nueva PAC serán la lucha contra el cambio climático, el mantenimiento del medio ambiente y el bienestar animal, y a estos objetivos quedará supeditado todo lo demás.

Además, como explicamos en este número de la revista, la situación se ha complicado tremendamente en las últimas semanas, tras la publicación del Real Decreto de Transición que, en un momento en el que no tocaba, rompe con la convergencia paulatina que se aprobó en la reforma anterior y acelera todo el proceso trastocando las ayudas de miles de agricultores y ganaderos y adelantándose en dos años a una reforma que aún está por concretar.

Esta apuesta intempestiva del Ministerio de Agricultura por una convergencia brusca y su obcecación por reducir el número de regiones, eliminar los derechos y fijar el nuevo criterio de agricultor genuino para percibir las ayudas es tremendamente lesiva para Andalucía. Por todo ello, las organizaciones agrarias y cooperativas en Andalucía han decidido iniciar un período indefinido de movilizaciones en contra de la convergencia brusca de la PAC, la antesala de una reforma dirigida hacia la “tasa plana”.

Informamos también en este número de la celebración de la Asamblea General de la Asociación, que tuvo lugar el pasado 15 de febrero; de la suspensión temporal de los aranceles de EE.UU. al aceite y la aceituna de mesa, de la reducción nacional del aforo de producción de aceite de oliva, de la marcha de la campaña citrícola, del cierre de la campaña de montanera y del inicio de las siembras de primavera, entre otros asuntos.