En Andalucía, sólo un 6% de las tierras de cultivo y de cultivos permanentes se acogen al ecorrégimen Espacios de Biodiversidad
ASAJA-Sevilla plantea que las prácticas de biodiversidad vayan acompañadas de una mejor incentivación
La Iglesia de Santa Ana de Carmona acogió ayer la jornada “Buenas prácticas en espacios de biodiversidad en tierras de cultivo, cultivos permanentes y cultivos bajo agua aplicables a ecorregímenes en Andalucía”, organizada por la Red PAC y la Junta de Andalucía, y en colaboración con ASAJA-Sevilla, el Ayuntamiento de Carmona, los GDRs Campiña-Alcores y Bajo Guadalquivir, ARA y las Oficinas Comarcales Agrarias.
El encuentro, que forma parte del Ciclo de Jornadas Territoriales de la Red PAC para la promoción de los ecorregímenes, ha reunido a agricultores, técnicos, investigadores y representantes institucionales con un objetivo común: fomentar la aplicación de prácticas agrícolas sostenibles que favorezcan la biodiversidad y contribuyan a la adaptación de la agricultura andaluza a los retos climáticos y medioambientales.
Durante la apertura, el alcalde de Carmona, Juan Manuel Ávila, dio la bienvenida a los asistentes y subrayó la importancia de la colaboración entre administraciones y sector agrario para alcanzar una agricultura más verde y competitiva. Por su parte, Sara Herrero, responsable de la Red PAC del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, explicó que este ciclo de jornadas pretende acercar los ecorregímenes a los territorios, promover el intercambio de experiencias y resolver dudas sobre su aplicación práctica.
Márgenes de biodiversidad
Entre las ponencias técnicas destacó la intervención de José Fernando Robles, técnico de los Servicios Técnicos de ASAJA-Sevilla y coordinador de la Red FarmBioNet, quien presentó las conclusiones de varios proyectos innovadores sobre la implantación de márgenes multifuncionales en cultivos de secano y permanentes.
Robles explicó que “la implantación de márgenes multifuncionales mejora la biodiversidad y la salud del suelo, favorece la conectividad ecológica en los paisajes agrarios y contribuye al secuestro de carbono, ayudando a mitigar el cambio climático”.
El técnico de ASAJA-Sevilla subrayó que la experiencia acumulada en los últimos cinco años demuestra que estas prácticas no solo generan beneficios ambientales, sino que mejoran la productividad y la resiliencia de las explotaciones. En concreto, tal como apuntó Robles, “los márgenes de biodiversidad son una herramienta clave para hacer compatible la rentabilidad agraria con la conservación del medio natural”.
En la misma línea, Manuel Moreno, profesor de la Universidad de Córdoba, expuso los resultados de diferentes estudios sobre la eficacia de estas prácticas agroambientales, insistiendo en la necesidad de un enfoque “win-win”, donde ganen el agricultor, el medio ambiente y la sociedad.
No obstante, y pese a su valor medioambiental, sólo un 6% de las tierras de cultivo y de cultivos permanentes se acogen en Andalucía al ecorrégimen Espacios de Biodiversidad, lo que evidencia que las prácticas de biodiversidad deben ir acompañadas de una mejor incentivación.
Experiencia del campo

Uno de los momentos más enriquecedores de la jornada fue la mesa redonda de experiencias, moderada por Antonio Caro, coordinador de los Servicios Técnicos de ASAJA-Sevilla. Agricultores y ganaderos de distintos sectores compartieron su experiencia en la aplicación de los ecorregímenes de biodiversidad:
• Eduardo Vera, director gerente de la Federación de Arroceros de Sevilla, explicó las medidas adoptadas en el cultivo del arroz para integrar elementos de biodiversidad sin comprometer la productividad.
• Antonio Tejada, de Agrícola Carmonense S.C.A., detalló cómo los márgenes florales y la siembra de bandas vegetales están ayudando a mejorar la polinización en los cultivos de olivar.
• Elena Rodríguez, productora de cítricos, y Sara Gallego, ganadera de extensivo en espacios protegidos, aportaron su visión sobre la compatibilidad entre biodiversidad y gestión económica.
• Paco Rodríguez, de Ecuórum Servicios Ecosistémicos, destacó la importancia de valorar económicamente los servicios ambientales generados por la actividad agraria.
Conclusiones

Como ya se ha comentado, el encuentro permitió constatar que en Andalucía sólo un 6% de las tierras de cultivo y de cultivos permanentes se acogen al ecorrégimen Espacios de Biodiversidad, lo que evidencia que las prácticas de biodiversidad deben ir acompañadas de una mejor incentivación.
En esta idea incidió el coordinador de los Servicios Técnicos de ASAJA-Sevilla, Antonio Caro, que apuntó que los ecorrégimenes de biodiversidad podían constituir una oportunidad para equilibrar mejor la sostenibilidad económica y ambiental.
Otros aspectos que se destacaron fueron la necesidad de discriminar de manera positiva las prácticas beneficiosas para la biodiversidad de otras prácticas, así como explorar la posibilidad de compromisos plurianuales para afianzar beneficios a largo plazo.
Asimismo se destacó que es necesario que las medidas que se planteen sean sencillas y realistas desde un punto de vista agronómico y económico (lo mejor, enemigo de lo bueno).
Y se apuntó también a la necesidad de formación y de una mejor transferencia de conocimiento a los agricultores, una tarea en la que tienen un Importante papel de las organizaciones agrarias, asociaciones técnicas y centros de investigación.
FarmBionet, conocimiento agrario y biodiversidad
Por último, José Fernando Robles presentó el proyecto FarmBioNet e invitó a los asistentes a adherirse a la Red Nacional de proyecto.
FarmBioNet es una red de conocimiento agrario y biodiversidad centrada en los agricultores. Su objetivo es reducir la brecha de conocimiento entre la biodiversidad y la agricultura, con el objetivo de promover prácticas agrícolas respetuosas con la biodiversidad.
Se trata de una red transnacional que se apoya a su vez en redes nacionales y que permite:
• Facilitar el intercambio de conocimiento basado en la evidencia que promueva la biodiversidad en las explotaciones agrícolas.
• Reunir a agricultores, organizaciones agrícolas, investigadores, asesores y otros actores relevantes.
Los miembros de la red se benefician de:
• Acceso a investigación actualizada y buenas prácticas en agricultura respetuosa con la biodiversidad.
• Oportunidades de networking con expertos y profesionales.
• Mayor visibilidad a través de publicaciones y eventos de proyectos.
• Posible acceso a oportunidades de financiación y proyectos piloto.
• Contribución a la elaboración de estrategias nacionales y de la UE sobre biodiversidad.
• Acceso a herramientas prácticas (p. ej., la calculadora de coste beneficio para la agricultura respetuosa con la biodiversidad).
Tal como concluyó José Fernando Robles, “las buenas prácticas de biodiversidad son una inversión de futuro: generan valor, refuerzan la sostenibilidad y devuelven al agricultor el protagonismo que merece en la protección del territorio”.


