La Confederación Hidrográfica del Guadalquivir ha celebrado la primera Comisión de desembalse del año, en la que ha informado de la gravedad de la situación ante la ausencia prolongada de lluvias. A fecha de 2 de marzo el déficit de precipitaciones en la cuenca del Guadalquivir es del 20%, con respecto a la media registrada para los últimos 25 años, mientras que las aportaciones a los embalses son un 60% menores a la media histórica.
Con el agua disponible hasta la fecha, de mantenerse la ausencia de precipitaciones, la CHG desembalsaría 375 hm3, lo que permitiría una dotación máxima para los cultivos de mayor consumo de 700 m³/ha, volumen que se aplicaría proporcionalmente en el resto de cultivos.
El presidente de la CHG, Joaquín Páez, destacó que “por quinto año consecutivo, las aportaciones recibidas durante el año hidrológico no han permitido recuperar el volumen que se desembalsa durante la campaña de regadío”. “Para encontrar reservas inferiores a las de este año, debemos remontarnos a 1995”.
Distintos escenarios en función de la pluviometría
A fecha de 2 de marzo los embalses del Guadalquivir almacenan 2.065 hm³, un 47 ́7% menos que la media histórica de los últimos 25 años. “Haría falta que se almacenaran unos 1.400 hm³ y una primavera lluviosa para que se presentara una buena campaña, contexto que solo tiene un 10% - 15% de probabilidades de que se cumpla”.
No obstante, aumenta hasta el 35% las posibilidades de que se produzca una campaña similar a la del año 2021, para la que se aprobó un desembalse de 925 hm³.
Ante estos datos, la Confederación ha compartido una primera previsión para la próxima campaña de riego 2023. No obstante, como en ocasiones anteriores, se ha recordado que estas previsiones no son definitivas ya que, de cambiar la situación, se revisarían al alza.
En la actualidad, el volumen embalsado en los 48 embalses de regulación de la cuenca asciende a 2.065 hm³ (25,7% de la capacidad total de embalse), un 10,8% menos que hace un año.
Conviene recordar que las lluvias de primavera del año pasado elevaron el volumen de agua almacenada a principios de mayo a 1.630 hm3, por lo que, si no llueve, las dotaciones podrían ser aún más duras de lo que ya fueron el año pasado.