Iniciada la caída de la hoja en nuestros cultivos arbóreos de frutales, la Red de Alerta e Información Fitosanitaria de Andalucía (RAIF) recomienda proteger al cultivo de la presencia de hongos y bacterias e incluso formas invernantes de insectos, que puedan provocar un debilitamiento en su normal desarrollo.
Para realizar esta protección, debemos realizar un primer tratamiento al 50% de caída de hoja, empleando para ello un producto fitosanitario fungicida autorizado (oxicloruro de cobre, etc.), para el control de hongos del tipo lepra, cribado, monilia, chancros, etc. en frutales de hueso y en frutales de pepita evitar la presencia de bacteriosis, chancros, moteado, etc.
Un segundo tratamiento al 100% de hoja caída y una vez realizada la poda, sirviendo además para proteger todas las heridas causadas por los efectos de tala de ramas, emplearemos nuevamente un producto fungicida autorizado (oxicloruro de cobre, etc.) y mezclado con aceite de parafina, con la finalidad de combatir los huevos y larvas de insectos que invernan en el cultivo, provocándoles su asfixia.
Como medida preventiva, en el momento de la realización de la poda, realizaremos el sellado de los cortes con algún producto cicatrizante.
A finales de invierno, se realizará un tercer tratamiento, haciéndolo coincidir con el momento de hinchado de las yemas, empleando para ello un producto fungicida autorizado (oxicloruro de cobre, etc.) y aceite de parafina.
Además, para el manejo y manipulación de los productos fitosanitarios, la RAIF recuerda que debemos leer la etiqueta de los envases atendiendo a las indicaciones de uso, para evitar posibles fitotoxicidades.
Emplear los equipos de protección individual (EPIs) necesarios, tomando todas las medidas de precaución para su manipulación y evitando cualquier tipo de contaminación en suelo, agua y aire.