La Red de Alerta e Información Fitosanitaria de Andalucía (RAIF) informa de cómo ha evolucionado el cultivo de los cítricos durante el pasado mes de septiembre.
En cuanto a la meteorología registrada durante dicho mes, en las principales provincias/zonas citrícolas de Andalucía, destaca, respecto al mes de agosto de 2022, el descenso de las temperaturas máximas hasta valores en torno a los 30°C, lo que representa un aumento respecto al histórico (2000-2021) de más del 2%. Es importante destacar que, mientras Málaga ha registrado una variación ascendente de las temperaturas máximas del 5.5%, en Cádiz la variación ha sido descendente un 0.4%. En cuanto a las mínimas, estas han disminuido hasta los 16°C, lo que representa un descenso respecto al histórico (2000-2021) del 1.2%. Es importante destacar que, mientras Huelva ha registrado una variación ascendente de las temperaturas mínimas del 1.8%, en Cádiz la variación ha bajado un 4.2%.
Respecto a las precipitaciones, las provincias citrícolas han registrado acumulados en torno a los 12.7 l/m2, siendo estos inferiores al histórico (2000-2021), en concreto casi un 53% menos. En resumen, septiembre de 2022 ha sido ligeramente más cálido de lo normal al registrar una temperatura media un 1% superior respecto al histórico (2000-2021), si bien, aunque escasas, se registraron precipitaciones.
El hecho de haberse registrado, desde el mes de agosto, temperaturas máximas cálidas y temperaturas mínimas frescas, de manera generalizada, ha favorecido el avance de la fenología, especialmente la de las variedades más tempranas. Se recuerda que la fenología tuvo una parada debido a la ola de calor registrada en julio. Así, por ejemplo, las variedades Extratempranas de mandarina de la provincia de Huelva han enverado entre finales de agosto y principios de septiembre, entrando en maduración rápidamente. Los naranjos medios y tardíos, así como el resto de variedades de mandarina, han finalizado el mes de septiembre en el estado fenológico “J” Fruto al 40% de desarrollo.
En cuanto a las plagas y enfermedades presentes en esta época del año, se destacan las siguientes:
- Respecto a la 4ª generación del piojo rojo de California (Aonidiella aurantii), y tomando como referencia la provincia de Huelva, si el máximo de Formas Sensibles (L1+L2) correspondientes a la 3ª generación se alcanzó en torno a los 1681°C acumulados en agosto, para la 4ª generación se previó en torno a los 2281°C. La última semana de septiembre finaliza con un acumulado de 2090°C, por lo que probablemente el máximo de Formas Sensibles (L1+L2) se alcance en octubre.
- Septiembre es un mes en el que el riesgo de picada en cítricos de la mosca de la fruta (Ceratitis capitata) aumenta conforme los frutos inician el cambio de color, manteniéndose durante la maduración. Este díptero puede picar el fruto predominando aún el color verde, si bien, suelen ser picadas no viables. La supervivencia de los huevos y larvas aumentará con forme vaya madurando el fruto.
Para la toma de decisiones relacionadas con su control poblacional la RAIF recomienda la instalación de trampas para el monitoreo de adultos y periódicamente el muestreo de frutos. Durante este mes de septiembre se detecta, a través de las capturas en trampa tipo Nadel, actividad de adultos de manera generalizada, siendo especialmente elevada en las provincias de Cádiz, Granada y Huelva. En cuanto al índice de frutos picados destaca la provincia de Huelva en la que se registran valores que superan el 1% en variedades Extratempranas y Tempranas.
La RAIF recuerda que el control de este díptero en los frutales huésped que se encuentren en las inmediaciones de la parcela, y utilizar técnicas de trampeo masivo cuando se inicie el envero, y durante la maduración, son medidas que contribuyen a la disminución de su población. Además, tanto la eliminación de la fruta del suelo como no dejar fruta madura en el árbol son prácticas que evitan los focos para nuevas generaciones. Finalmente, a la hora de tomar la decisión para su control poblacional en cítricos habrá que tener en cuenta, entre otros: la fenología, capturas en trampas para su monitoreo, presencia/ausencia de frutos picados y plazo de seguridad de las materias activas a utilizar.
-La araña roja (Tetranychus urticae) es un ácaro que produce daños en hojas y frutos, principalmente en mandarinos, mientras las temperaturas se mantengan cálidas, pudiendo soportar temperaturas calurosas refugiada en el envés de las hojas. Sin bien, la ola de calor de julio, por su larga duración, mantuvo baja sus poblaciones, el registro de temperaturas estivales suaves en las provincias costeras ha contribuido a su recuperación poblacional, registrándose en septiembre en la provincia de Huelva, donde predominan los mandarinos, una media del 3.3% de hojas con formas móviles. En el resto de provincias se han registrado valores en torno al 4%. Recordar que el Reglamento de Producción Integrada de Cítricos sitúa su umbral de tratamiento en el 10% de hojas con formas móviles o más de un 2% de frutos afectados, teniendo en cuenta otros factores como la proporción de fauna auxiliar.
-Atención en esta época a la presencia de Eutetranychus spp. Este género de ácaros históricamente comienza a observarse con mayor incidencia a partir de mediados de junio-principios de julio, pudiendo provocar daños importantes al finalizar el verano. En este mes de septiembre, una vez que sus poblaciones se están recuperando tras la ola de calor registrada en julio, destaca su presencia en las provincias de Huelva y Málaga, donde se registran valores en torno al 4.4% de hojas con formas móviles. Habrá que tener en cuenta que, su presencia en hojas y frutos puede aumentar rápidamente hasta colonizar en pocas semanas la mayor parte del árbol en condiciones ambientales favorables. Los síntomas causados son muy similares a los producidos por el ácaro rojo (Panonychus citri): plateado de las hojas y frutos, pudiendo provocar una caída importante de hojas en condiciones de estrés hídrico y vientos secos.
-Es importante el muestreo de cotonet (Planococcus citri) en zonas de contacto entre frutos o entre frutos y hojas. Como recomendación general, dicho muestreo debe intensificarse en torno al estado fenológico cierre del cáliz, momento en el que se desplaza hacia el ombligo del fruto (en las del grupo Navel especialmente) aumentando así su vulnerabilidad ante un posible tratamiento. Durante el mes de septiembre se han detectado ninfas y adultos sobre hojas y frutos verdes. Aunque, en general, la incidencia ha sido baja, hay parcelas en las provincias de Cádiz, Córdoba, Huelva y Sevilla, donde se registra una presencia moderada-alta de esta plaga en forma de focos difíciles de controlar. Cádiz y Huelva han registrado, durante este mes, una media del 2.6% de frutos con colonias. Es muy importante, entre otros, el control poblacional de las hormigas y/o evitar que suban a los árboles, ya que son el principal agente dispersor y protector de esta plaga al obtener nutrientes de ella.
-Respecto a pulgones (principalmente Aphys spiraecola y Aphys gossypii), su incidencia en septiembre sobre brotes nuevos ha sido poco importante, no habiendo repunte de las poblaciones sobre la brotación de verano debido a la ola de calor del mes de julio, sobre todo en las provincias y zonas de interior donde la plaga ha quedado mermada significativamente. En todo caso, destacan las provincias de Cádiz y Huelva, donde se han registrado valores en torno al 1.5% de brotes con presencia.
-En cuanto a enfermedades, las lluvias registradas a mediados de septiembre han estado, en general, concentradas en pocos días, lo que ha favorecido la sanidad de los frutos y material vegetal. En todo caso, destacar la provincia de Huelva al finalizar septiembre con valores en torno al 2% de árboles con síntomas de alternaria (Alternaria alternata pv. citri) en variedades susceptibles, no habiéndose observado frutos afectados por aguado (Phytophthora spp.). Respecto a estas dos enfermedades es importante tener en cuenta la previsión meteorológica de cara a tomar medidas preventivas de carácter químico, si bien, se recomienda llevar a cabo medidas profilácticas como: mantener los árboles podados de forma que se facilite una buena aireación; mantener las calles limpias de restos de material que pudiera favorecer la proliferación hongos, y controlar el vigor del cultivo, evitando entradas en brotación extemporáneas que suministren material sensible.
