Iniciada la caída de la hoja en los cultivos arbóreos de frutales, llega el momento de proteger al cultivo de la presencia de hongos y bacterias e incluso formas invernantes de insectos que puedan provocar un debilitamiento en su normal desarrollo. Para realizar esta protección se recomienda realizarla ahora, con un primer tratamiento al 50% de caída de hoja para frutales de pepita y al 75 % para los de hueso, empleando para ello productos fitosanitarios fungicidas autorizados como es el cobre al 0’5 % u oxido cuproso al 0’3 %.
Este tratamiento es muy eficaz especialmente para hongos como Lepra (Taphina deformans), cribado (Clasterosporium carpophilum), monilia ó momificado (Monilia spp.), etc..., ya que cicatriza las heridas dejadas en la inserción de la hoja caída.
Un segundo tratamiento al 100% de hoja caída y una vez realizada la poda, sirviendo además este tratamiento para proteger todas las heridas causadas por los efectos de tala de ramas. Emplearemos nuevamente un producto fungicida autorizado y mezclado con aceite de parafina con la finalidad de combatir los huevos y larvas de insectos que invernan en el cultivo para provocar así su asfixia, como el Piojo de San José (Quadraspidiotus perniciosus), perforadores de troncos y ramas como Zeucera pyrina y Cossus cossus u Oidio (Uncinula spp., Erysiphe spp., Sphaerotheca spp.). Tras la poda, y como medida profiláctica, es muy importante eliminar las ramas que hayan tenido presencia de estas plagas y realizar el sellado de los cortes con un producto cicatrizante.
A finales de invierno se realizará un tercer tratamiento, haciéndolo coincidir con el momento de hinchado de las yemas, empleando para ello, de nuevo, un producto fungicida autorizado mezclado con aceite de parafina.
Para el manejo y manipulación de los productos fitosanitarios se debe, entre otros, leer siempre la etiqueta de los envases y seguir sus instrucciones para evitar riesgos en la salud humana, problemas de fitotoxicidad y en general riesgos en la fauna y medio ambiente. Durante la mezcla de productos habrá que protegerse, como mínimo, con mono de trabajo, guantes, pantalla protectora y botas.