Las empresas extractoras de girasol quieren comprar este año las pipas de las que se obtiene el girasol alto oleico al mismo precio al que compran las pipas de girasol convencional, pero luego, una vez molturadas, cobrarán por el litro de aceite de girasol alto oleico un 30% más de lo que van a pedir por el litro de girasol convencional. Se trata de un negocio redondo.
Sevilla, con 104.000 hectáreas, cultiva la mitad de la cosecha de pipa andaluza (209.000 hectáreas esta campaña) y es la segunda provincia productora de girasol de España. En 2020 se han sembrado en España casi 700.000 hectáreas de esta oleaginosa, que se siembra habitualmente en rotación con los cultivos de cereal.
La campaña de 2020 es buena en cuanto a rendimientos. Las lluvias primaverales han incrementado la media de producción de años anteriores y parece que se situará finalmente en torno a 1.500 kilos por hectárea en la provincia, una productividad extrapolable al resto de la región.
Por tanto, ASAJA-Sevilla prevé que en la provincia se recolecten 156.000 toneladas de pipa, la previsión en Andalucía es de 313.000 toneladas y en todo el territorio nacional se espera alcanzar las 950.000 toneladas, lo que supone recuperar los niveles tradicionales de producción española de pipa de girasol. No obstante, las necesidades de la industria nacional son superiores, se sitúan en torno a 1.400.000 toneladas, por lo que aún será necesario importar alrededor de 500.000 toneladas de otros países productores.
Por variedades, el girasol linoleico (es decir, el convencional) ha visto reducida su presencia en el campo en favor del alto oleico. Así, si hace un par de años las siembras de girasol alto oleico apenas acaparaban el 20% de la superficie, en esta campaña nos situamos ya en un 60%. Sin duda, la mejora productiva de las nuevas variedades y, sobre todo, el diferencial de precio que alcanzó el girasol alto oleico respecto al linoleico en la campaña anterior, ha llevado a los agricultores a optar por la siembra de girasol alto oleico. En julio de 2019, debido a la elevada demanda de este tipo de aceite con alto contenido en ácido oleico, la cotización de la tonelada de pipas de girasol alto oleico supero en las lonjas a las de linoleico en más de 145 euros por tonelada.
Negocio redondo
Sin embargo, esta campaña la cotización en las lonjas de las pipas de girasol alto oleico y del girasol linoleico está siendo muy similar, con un diferencial de apenas cinco euros. Tal como manifiesta el técnico de Cultivos Herbáceos de ASAJA-Sevilla, José Vázquez, no tiene razón de ser que ambas pipas tengan similar cotización. Si tenemos en cuenta los precios del aceite de girasol crudo y los precios de la harina, debería mantenerse también esa diferenciación en los precios en campo.
Así, el técnico de ASAJA-Sevilla sostiene que si el precio del aceite girasol linoleico crudo es de 720 euros/tonelada y el del aceite alto oleico crudo es de 850 euros/tonelada, y la harina cotiza a 180 euros/tonelada; haciendo las cuentas, quitando costes de molturación, transporte y demás, el mercado debería abonar alrededor de los 357 euros/tonelada para la pipa convencional y de 411 euros/tonelada para la pipa de alto oleico, lo que supone un diferencial de 54 euros/tonelada.
Se trata de un diferencial inferior a los 145 euros que alcanzó como pico la campaña pasada pero muy superior a los poco más de cinco euros a los que las lonjas están cotizando este verano.