Tras unos meses de gran actividad para localizar las fincas en las que desarrollar el proyecto experimental Smart AG Services, ASAJA-Sevilla, junto a miembros de la Universidad de Sevilla, se ha reunido con los agricultores que van a colaborar en la puesta en marcha del proyecto y ha visitado los dos primeros campos de experimentación, la parcela de maíz, localizada en Brenes, y la de cítricos, situada en Lora del Río.
Como ya informamos en el número 432 de nuestra revista Tierra y Vida, este proyecto, gestionado por un Grupo de Cooperación, se centra en conseguir un servicio avanzado de agricultura de precisión para cooperativas y entidades asociativas, en aras a lograr una gestión eficiente del riego y la fertilización de los cultivos, analizando de modo continuo las condiciones atmosféricas y el estado del suelo y del cultivo.
El Grupo o consorcio Smart AG Services participa en la Asociación Europea de Innovación (AEI) dentro del Programa de Desarrollo Rural de Andalucía 2014-2020. Está formado por los grupos de desarrollo rural Campiña-Los Alcores y Gran Vega de Sevilla, ASAJA Sevilla y las universidades de Sevilla y Córdoba, y cuenta con la colaboración de Corporación Tecnológica de Andalucía (CTA) en las labores de transferencia de los resultados.
Nuevos tiempos, nuevas tecnologías
El proyecto Smart AG Services integra diferentes tecnologías, como sensores inalámbricos e imágenes multiespectrales, imágenes térmicas captadas desde micro-UAV (Unmanned aerial vehicles o drones), big data y algoritmos de inteligencia artificial.
Mediante un Sistema de Ayuda a la Decisión o sistema experto se comunica al agricultor, prácticamente de forma inmediata a través de su ordenador, móvil o tablet, cuál es la planificación idónea de riego y fertilización, así como alarmas de situaciones críticas o posibles averías.
En un plazo, que en determinados momentos críticos puede oscilar en 48 horas, el agricultor recibirá en su móvil o tablet recomendaciones sobre riego gracias a los datos recabados con los sensores instalados en las fincas y de abonado variable de acuerdo a los mapas de rendimiento de campañas anteriores y al estado nutricional de los cultivos.
En esta primera convocatoria las experiencias piloto se realizan en fincas de maíz, cítricos y trigo en secano.
La información, base para tomar buenas decisiones
El procesamiento de toda la información recabada y su tratamiento ayudará a los agricultores a tomar mejores decisiones sobre qué cultivar y sobre el momento y lugar más apropiado para abonados y riegos.
Y es que el consumo excesivo de agua y la contaminación por nitratos plantean un reto importante a la agricultura andaluza y, en concreto, al Valle del Guadalquivir. Más del 81% de los recursos hídricos demandados corresponden al uso agrario y, por otra parte, los excedentes de riego en zonas agrícolas aportan nitratos, fosfatos (procedentes de fertilizantes) y pesticidas a las aguas superficiales y subterráneas.
La aplicación de agua a un cultivo por encima de lo que necesita o distribuida de forma incorrecta supone pérdida de agua y arrastre nutrientes y suelo fértil, lo que implica un incremento del coste del cultivo y contribuye a la contaminación por nitratos.
Ahorro de agua y menor impacto ambiental
El ahorro de agua y la necesidad de minimizar el impacto ambiental de la agricultura, son dos cuestiones que cobran cada vez más importancia en las reuniones de las rondas negociadoras de la PAC y los agricultores debemos adelantarnos y tomar la iniciativa para conseguir una agricultura moderna, sostenible y eficiente.
ASAJA-Sevilla, con su participación en el proyecto Smart AG Services, pretende estar en la primera línea de una agricultura que aproveche las nuevas tecnologías, facilitando que todos sus resultados lleguen rápida y eficazmente a los agricultores.