Organizaciones profesionales agrarias de Italia, Portugal, Dinamarca, Reino Unido, Estonia, Rumania, Letonia y España han pedido a la Comisión Europea y a los Estados miembros que tomen una decisión con base científica durante el Comité de Apelación de mañana, 16 de noviembre, y vuelvan a aprobar el glifosato por otros 15 años, ya que no hay base científica para un período de aprobación más corto.
Es de suma importancia para la comunidad agrícola que tengamos previsibilidad y certidumbre sobre el futuro de nuestras herramientas agrícolas. Por ello, una decena de organizaciones agrarias europeas, ASAJA entre ellas, ha remitido una carta abierta (se adjunta) a la comisaria de Salud y Seguridad Alimentaria, Stella Kyriakides; al comisario de Agricultura, Janusz Wojciechowski, y a la presidencia de la UE.
Estas organizaciones recuerdan que el glifosato es una de las herramientas clave para una agricultura más sostenible, ya que puede utilizarse en la Agricultura de Conservación (AC), que a su vez puede contribuir a mejorar la calidad del suelo y potenciar la biodiversidad. Es necesario gestionar cuidadosamente los cultivos de cobertura, las cubiertas vegetales y la vegetación no deseada, lo que se consigue principalmente mediante un enfoque de gestión integrada de las malas hierbas, que incluye el uso de herbicidas, en particular el glifosato.
En España, la Alianza por una Agricultura Sostenible (ALAS), integrada por ASAJA y todo el sector productor español, agrupado para asegurar la sostenibilidad agrícola, es partidaria también de su reautorización por 15 años. El glifosato es una herramienta indispensable para la sostenibilidad de la agricultura. Los cultivos se desarrollan en un medio ambiente donde tienen que competir con las malas hierbas por el agua, los nutrientes del suelo y la luz del sol, lo que puede llevar a grandes pérdidas. Los agricultores necesitan controlar estas malas hierbas para poder cultivar con éxito. Para ello, desde hace 50 años, se utiliza el glifosato.
La propia Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), la autoridad competente europea de la que nos hemos dotado los ciudadanos de la UE, ha determinado tras rigurosos estudios científicos, que el glifosato es seguro para los usos a los que está destinado. El criterio científico es la mejor y única garantía para el desarrollo de una producción agroalimentaria sostenible y segura.
La evidencia científica, además, arroja que el glifosato contribuye a los objetivos de sostenibilidad de la UE en términos de lucha contra el cambio climático, al permitir que los agricultores adoptemos prácticas de agricultura regenerativa, como la agricultura de conservación, que captura carbono en el suelo, fomenta la preservación y mejora de la biodiversidad en los ecosistemas agrícolas y mejora la calidad del agua. Estas prácticas agrícolas permiten una gestión proactiva para la mejora de la calidad de la tierra y para evitar la pérdida de suelo fértil por elementos como la erosión o la escorrentía.
La decisión de votar a favor conlleva, además, un impacto positivo directo para los consumidores españoles y europeos. En un contexto de inflación, se podrá seguir empleando una herramienta que contribuye a la productividad agrícola y que permite llevar a los hogares productos seguros y sostenibles sin encarecer innecesariamente el coste de producción.
Decisiones basadas en la ciencia
Tal como pone de manifiesto la carta suscrita por una decena de organizaciones agrarias europeas, en todo el mundo se considera que el proceso europeo de reaprobación de sustancias para su uso en plaguicidas es uno de los más estrictos y orientados a la ciencia. El proceso científico es la evaluación más completa y transparente de un plaguicida que la UE haya llevado a cabo jamás. La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) concluyó este proceso confirmando que el glifosato es seguro para su reaprobación.
Por todo ello, tanto ASAJA como el resto del sector productor español y europeo reitera a la Comisión Europea y a los Estados miembros que mañana, en el Comité de Apelación, tomen una decisión con base científica, y vuelvan a aprobar el glifosato por otros 15 años, ya que no hay base científica para un período de aprobación más corto.
El criterio científico es la única guía legítima para justificar la toma de decisiones políticas en referencia a la aprobación, renovación o el rechazo de una materia activa.