Finalizadas ya todas las siembras de este cultivo en nuestra comunidad, las cuales se han realizado durante más de tres meses, desde principios de octubre hasta mediados de enero, nos encontramos actualmente con unos estados fenológicos muy dispares: desde “BBCH: 12-14” (2-4 hojas desplegadas), correspondientes a las siembras más tardías, hasta “BBCH: 33-36” (31-60% suelo cubierto), correspondientes a las primeras siembras del cultivo, según publica en su web la Red de Alerta e Información Fitosanitaria de Andalucía (RAIF). La fenología predominante se encuentra entre “BBCH: 19” (9 hojas desplegadas) y “BBCH: 33-36” (31-60% suelo cubierto). En general, el cultivo presenta un buen desarrollo vegetativo y fitosanitario.
Esta campaña se ha dedicado a la siembra de este cultivo una superficie mayor que en 2020, aproximadamente unas 8.800 ha de remolacha azucarera (un 30% más que la anterior campaña), muy lejos aún de las más de 40.000 ha que se cultivaban a principios de este siglo. De esta superficie, la mitad, aproximadamente, se ha sembrado en régimen de secano, la gran mayoría en la provincia de Cádiz. Se estima que el 78% de la superficie sembrada lo ha hecho bajo el sistema de Producción Integrada.
En cuanto a operaciones de cultivo, se ha aplicado ya el primer abonado de cobertera en casi la totalidad de las parcelas; realizándose la 2ª cobertera en poco más del 10-15% de las parcelas.
Referente a los tratamientos herbicidas, estos se están realizando en fecha y forma. En este sentido, se ha aplicado ya la 1ª postemergencia en casi totas las parcelas, la 2ª se ha efectuado en algo más del 60% de la superficie; aplicándose ya, en las parcelas más adelantadas, la 3ª y última postemergencia (“sellado”).
La incidencia de plagas y enfermedades es muy baja o nula por el momento. Las precipitaciones de las últimas semanas en nuestra comunidad han provocado la aparición, en algunas parcelas, de manchas de Cercospora (Cercospora beticola) y de Bacteriosis (Pseudomonas syringae). Esta última enfermedad suele aparecer en años con inviernos fríos y húmedos, como el actual; afectando gravemente a la masa foliar, principalmente en parcelas de remolacha con plantas muy vigorosas. Los síntomas de Bacteriosis se suelen confundir con los ocasionados por Cercospora.