El grito ¡Que viene el lobo! podría dejar de ser un cuento y convertirse en una pesadilla para los ganaderos andaluces, a tenor de la intención de la Consejería de Medio Ambiente de extender este predador por las sierras andaluzas. Como publica en ABC de Córdoba la periodista Inma Lopera, en la última reunión del Consejo Andaluz de la Biodiversidad, presidido por el consejero del ramo, José Fiscal y convocado tras cuatro años de inactividad, el Gobierno andaluz presentó un programa para la recuperación del lobo ibérico y una memoria justificativa con la que se persigue catalogar a este animal como una especie en peligro de extinción, documentos en los que no se ha contado con la participación de las organizaciones profesionales agrarias.
Inma Lopera se hace eco del rechazo rotundo a esta propuesta de ASAJA, que, en representación de los ganaderos andaluces, califica el programa como «una insensatez» puesto que «el lobo, sin necesidad de programas de apoyo ni de más dinero público, mantiene su presencia en Sierra Morena, concretamente en las zonas tradicionales de Cardeña, Montoro, Andújar y Despeñaperros, y está en expansión en toda la Península Ibérica, creando graves problemas en todas las zonas ganaderas que el lobo recoloniza».
La intención de la Consejería de Medio Ambiente es extender la introducción del lobo en una primera fase en la Sierra de Hornachuelos, la Sierra Norte de Sevilla, el Guadiato-Bembézar, el Guadalmellato y las cuencas del Rumblar, Guadalén y Guadalmena, «un área que cuenta con más de un centenar de municipios que tienen en la ganadería su principal actividad económica», subraya el secretario general de ASAJA-Sevilla, Eduardo Martín. Se trata de «el predador más voraz que existe, que mata despiadadamente y lo hace en manada, causando importantes daños a la ganadería, diezmando las cabañas de manera notable en las áreas donde está presente». Una «ferocidad por naturaleza que hace incompatible la presencia del lobo con el modelo de ganadería extensiva que se lleva a cabo en distintas zonas de la comunidad. En este sentido, Asaja Andalucía apela a «la sensatez» de la presidenta de la Junta, Susana Díaz, y le insta «a paralizar el plan del lobo, cuyos ataques al ganado en España suponen unos daños anuales directos cuantificados en más de cinco millones de euros».