Las elevadas temperaturas de la semana pasada, con picos por encima de los 40 grados, han generalizado la siega de los cereales de invierno -fundamentalmente el trigo y la cebada- en la provincia de Sevilla y el espigado en las comarcas andaluzas más tardías, lo que podría trar sus consecuencias en una ya de por sí mermada cosecha debido a una primavera muy seca.
Así lo cuenta el periodista Juan Rubio en este artículo de El Correo de Andalucía que adjuntamos a continuación.