El futuro agrícola de 23.000 hectáreas de la provincia de Sevilla, enclavadas principalmente en Villamanrique de la Condesa y Aznalcázar, dependen del agua. Un recurso que, como publica la periodista Inma Lopera en ABC, los regantes de la zona temen no poder disponer como hasta la fecha tras los trámites iniciados por la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) para declarar sobre explotado el acuífero de Doñana, lo que afecta a tres de las cinco masas de agua subterráneas en que está dividido: La Rociana, Almonte y Marismas.
En concreto, la declaración de «en riesgo de no alcanzar el buen estado cuantitativo» de las masas Almonte y Marismas es la que afecta a los agricultores sevillanos, en total, a 41 titulares, ya que las comunidades de regantes se contabilizan como un único titular. Esta propuesta no ha gustado a ASAJA-Sevilla, que ha presentado una serie de alegaciones.
Así, ASAJA critica que la CHG no ha hecho una valoración «sobre el impacto que la ya prolongada sequía supone para las masas de agua subterráneas», un dato «esencial para determinar si el problema es coyuntural, provocado por las escasas precipitaciones acumuladas durante años, o es estructural y por lo tanto debe ser afrontado en las medidas que se planteen». Por otro lado, manifiesta que «no se entiende la declaración de mal estado cuantitativo sin una clara referencia a la erradicación de las captaciones ilegales».
Adjuntamos el artículo completo de ABC