Había grandes expectativas puestas en el año que se acaba de ir, ya que 2021 se presuponía como el año de la recuperación para el campo, pero nada más lejos de la realidad. Así, como publica la periodista Inma Lopera en ABC, las esperanzas en el avance de la vacunación para salir del Covid, y retomar el pulso normal al canal Horeca, finalmente se frustraron. Igualmente, la leve mejoría generalizada en los precios en origen percibidos por los agricultores con respecto a los dos años anteriores hacía prever, a priori, un buen ejercicio.
Sin embargo, una subida de costes agrarios sin precedentes en los últimos meses, a lo que se suma una brutal sequía prolongada, que ha mermado el rendimiento de la mayoría de las cosechas en el campo, ha puesto seriamente en riesgo la viabilidad de las explotaciones al término de 2021.
Por ello, el ejercicio se va prácticamente como llegó, con el sector agrario protagonizando una campaña de movilizaciones, para gritar que la crisis que padece es insostenible. Movilizaciones que se retoman en este 2022 y que son continuación de las que se iniciaron en 2019-2020 y se vieron interrumpidas como consecuencia de la aparición de la pandemia, porque «la situación, lejos de mejorar, ha empeorado», pues «la inacción ha sido la respuesta a las reivindicaciones presentadas por el campo andaluz en conjunto en el marco de las mesas de diálogo agrario», critica ASAJA-Sevilla.
El secretario general de la organización, Eduardo Martín, califica 2021 como «la tormenta perfecta», en la que la falta de agua, la carestía de los inputs agrarios, la negociación de la PAC, los vetos a la comercialización en el exterior y la prolongación de la pandemia «han golpeado duramente la economía de los agricultores y ganaderos, difuminando la necesaria recuperación».
Adjuntamos el artículo completo: ABC_balance_2021