La reforma laboral, publicada en el BOE el pasado 30 de diciembre y en tramitación parlamentaria, puede conseguir en el campo el efecto contrario que se busca. Así, como publica la periodista Inma Lopera en ABC, en lugar de reducir la temporalidad, «terminará por destruir empleo al complicar las contrataciones y añadir más costes en la gestión de las explotaciones, en plena crisis por la subida del precio de los inputs agrarios», critica ASAJA-Sevilla.
En este sentido, el asesor laboral de la patronal agraria, Felipe Gayoso, declara que esta reforma laboral se ha hecho «de espaldas al campo», que tiene como «condición intrínseca la temporalidad de las campañas agrícolas». Sin embargo, la reforma elimina el contrato por obra y servicio, el más utilizado para los trabajos de campaña, (como por ejemplo la recogida de la fruta). Además, el contrato temporal se limita a circunstancias de la producción (hasta seis meses, ampliables por otros seis) o por sustitución de la persona trabajadora.
Adjuntamos el artículo completo: ABC_reforma_laboral