Ser agricultor o ganadero actualmente se ha convertido en una profesión de riesgo. Riesgo severo a quedar en la ruina tras una campaña de dedicación completa, pues ya se sabe que el campo requiere una atención 24/7 (24 horas los siete días de la semana).
Como publica la periodista Inma Lopera en ABC, es verdad que los productores agrarios tienen fama de «quejicas» y se les acusa de «estar siempre llorando». Críticas que suelen venir de colectivos que normalmente suelen pisar poco la tierra, y que ante las manifestaciones que tiene en cartel el campo no ven más allá de las posibles molestias que puedan ocasionar unas horas de cortes de tráfico. Por eso, conviene recordar que el sector agrario y ganadero andaluz es la despensa de Europa y uno de los motores económicos más potentes que tiene Andalucía. Y se está desangrando, pues no paran de clavarle puñales al campo.
Hay que volver a insistir en que el que se asfixia es el sector del que depende la producción de alimentos, (¿Hay algo más esencial para la sociedad que la alimentación?), debido a una crisis muy ramificada en la que inciden factores meteorológicos y de mercado, más difíciles de corregir, pero también muchas políticas, actualmente de espaldas al campo y que sí tienen fácil margen de mejora. Por ello, este viernes, hay convocado un paro general agrario en Andalucía y una gran manifestación en Sevilla, antesala de la que se celebrará en Madrid a nivel nacional el 20 de marzo. Tras esta intensificación de las movilizaciones hay un decálogo de motivos, que se exponen en el artículo de ABC que adjuntamos: ABC_manual_arruinar_campo