Fernando Rodríguez es técnico de la asociación de agricultores y ganaderos de ASAJA-Sevilla. Su especialidad es la sectorial de herbáceos, cereales: trigo, garbanzos, arroz, maíz, girasol. Como publica ABC, para Rodríguez el panorama de la sequía es bastante crítico en el sector primario, hasta el punto de que «pueden haber restricciones en el consumo humano para ciertos productos». La ola de calor en junio y julio, la falta de lluvias, el incremento del precio de los combustibles y la energía eléctrica, junto a los fertilizantes y los incendios, han provocado un cóctel explosivo a punto de estallar.

«Se da la circunstancia de que con el único cultivo que ha aumentado la superficie, el girasol, por ser más de secano, no se ha aumentado el beneficio», se lamenta. «Antes de la guerra de Ucrania en Andalucía se plantaban 196.000 hectáreas de girasol que aumentamos a 246.000. Así y con todo, los rendimientos han sido más bajos por las altas temperaturas. Los frutos se agostan y pierden calidad y producción y el agricultor lo sufre», explica.

El panorama para los agricultores es francamente desolador. Más de la mitad de los campos de arroz están en barbecho por falta de agua. Lo mismo pasa con el maíz, que necesitan mucha agua, de seis a siete mil metros cúbicos por hectárea. Un poco menos el olivar, donde la producción de aceite y la aceituna de mesa han caído entre un 40 y un 45 por ciento. 

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