Con el cambio climático protagonizando la realidad donde se mueve el sector agrario, y con una PAC con más exigencias medioambientales que las anteriores, apostar por la sostenibilidad es ya obligatorio para los agricultores andaluces, como publica en ABC la periodista Natalia Ortiz.
Por tanto, optar por la agricultura de conservación no es solo una opción, sino el camino para mantener, e incluso incrementar, la rentabilidad de las explotaciones, a través de dos vías: la reducción de costes que conllevan las prácticas agrícolas enmarcadas en dicha agricultura de conservación, y los eco esquemas de la nueva nueva PAC, puesto que muchas de estas prácticas también van enmarcadas en los nuevos eco regímenes.
En este marco, el proyecto LIFE Agromitiga, que afronta su último año y está coordinado por la Asociación Española de Agricultura de Conservación-Suelos Conservación-Suelos Vivos (AF.C.SV), celebró el pasado martes, en el Parlamento Europeo, un seminario en el que trasladó los resultados de los trabajos desarrollados junto al sector agropecuario andaluz para avanzar en la implantación de la agricultura de conservación y el desarrollo de las buenas prácticas agrarias que contribuyan a mitigar el cambio climático y sus efectos.