Lo que le faltaba al campo sevillano. Si los brutales costes que han tenido que soportar los agricultores, el daño de la nueva PAC y, por supuesto, la grave sequía, no fueran suficientes, ahora también tienen que hacer frente a una oleada de robos, como publica la periodista Natalia Ortiz en ABC.
En las últimas semanas, según ha podido conocer ASAJA-Sevilla, han sido casi un centenar las denuncias de robos en la zona de las marismas del Guadalquivir, sobre todo en Aznalcázar, Isla Mayor y Villamanrique de la Condesa. El asesor laboral de la patronal agraria, Felipe Gayoso, ha detallado en ABC que se está robando, principalmente, «todo lo que tiene cobre», desde los transformadores eléctricos, que se utilizan para dar riego y luz a las pocas casas que hay en la zona, las bombas de riego, las bombas de extracción de las balsas... «Están robando, incluso, las placas fotovoltaicas que muchos agricultores han instalado para poder regar en zonas donde donde no hay transformadores», se lamenta.