El meloncillo, o mangosta africana, es un problema para el ecosistema andaluz y no solo para los cazadores, sino también para los ganaderos, pues aunque su dieta se basa, fundamentalmente, en conejos, pequeñas aves como perdices o codornices y reptiles, también se han dado caso de ataques a terneros, corderos o gallinas, como informa en ABC la periodista Natalia Ortiz.
Procedente del norte del continente africano, su expansión por la Península Ibérica es un hecho, convirtiendo a este escurridizo animal (mide entre 50 y 65 cm, tiene una larga cola y pesa entre 2-4 kilogramos), en uno de los depredadores más activos en el campo.
En el marco de unas jornadas organizadas por la Unidad de Investigación en Recursos Cinegéticos y Piscícolas de la Universidad de Córdoba, representantes del sector ganadero (entre ellos ASAJA-Sevilla), cinegético e investigador se reunieron para analizar cómo gestionar la presencia de este mamífero en Andalucía y su amenaza para ciertos colectivos de animales.