Existe cierta preocupación en el sector del aceite de oliva por la percepción que el consumidor tiene sobre el producto. Como explica la Consejería de Agricultura, se están publicando ciertas aseveraciones sobre la banalización del aceite que no han sido contrastadas ni validadas con una investigación objetiva como son:
- El sistema comercial: el aceite se ha convertido en un producto reclamo, gancho para atraer a los consumidores través de ofertas y promociones atractivas
- El sector olivarero productor: no hay sensibilización por producir un aceite de máxima calidad para generar una valorización del producto.
- El propio consumidor: lo que más le importa a la hora de comprar aceite es su precio y se está produciendo una reducción en el consumo ya que el aceite de oliva no se percibe como un producto de calidad.
En este contexto, la Consejería de Agricultura ha encargado un estudio, que adjuntamos con esta información, en el que se centra en el consumidor final, planteando un estudio objetivo con el fin de demostrar la percepción, opinión e imagen que se tiene sobre el aceite de oliva.
El sabor, valor diferencial
El estudio llega a tres principales conclusiones:
- Para el hogar español la compra de aceite es importante, ya que lo perciben un producto “imprescindible” en su cocina. La satisfacción con el producto es muy elevada y cuanto mayor calidad tiene el aceite, más satisfecho está el comprador. El SABOR representa su valor diferencial. A mayor edad del comprador mejor se valora el aceite, el joven es algo más inexperto.
- Solo 4 de cada 10 declaran comprar en promoción y 1 de cada 4 buscan marcas baratas. Dicha evolución se ha mantenido a lo largo de 5 años. Las zonas más promocioneras son Noroeste y Centro, y las más marquistas, Centro y Andalucía.
- El 91,8% de los hogares españoles reconocen que diferencian los tipos de aceite de oliva sobre todo por el etiquetado, que a su vez es el elemento que más se debe mejorar porque no es claro ni conciso, junto con el envase de plástico. El precio también es un freno, pero los hogares están dispuestos a pagar una prima si aporta alguna propiedad saludable.
Recomendaciones
De cara a que el aceite de oliva siga siendo una categoría importante y mantenga su alto grado de satisfacción por parte de los hogares españoles compradores de aceite de oliva, el estudio hace las siguientes recomendaciones:
- Invertir en campañas corporativas o del sector para “educar” al hogar más joven y explicarle los beneficios del consumo de aceite de oliva en su dieta, ya que son los más insatisfechos. Y para apoyar a los productores y agricultores del aceite de oliva y sus marcas con garantía de calidad, ya que la marca tiene un bajo protagonismo.
- La etiqueta con información detallada, clara y concisa, ya que es clave para el comprador. Indicando sobre todo la variedad del aceite y su procedencia, con el fin de frenar la desconfianza que pueden producir las “noticias” y su impacto en la compra del aceite.
- Posibilidad de justificación de una mayor prima de precio si hay un valor añadido como el beneficio cardiovascular o nutritivo. Además de las variedades ecológicas o con denominación de origen por las que ya se acepta pagar un precio mayor pero también supeditado a un uso ocasional.
- El tipo de envase: exploración de otros tipos de envase, ya que el plástico es peor valorado. ¿Algún envase más sostenible? ¿Qué tipo de material les encajaría más? o ¿es el diseño?