En las explotaciones destinadas a sembrar trigo duro en Producción Integrada, la Red de Alerta e Información Fitosanitaria de la Consejería de Agricultura aconseja, a la hora de programar una correcta siembra, tener en cuenta varios aspectos técnicos, entre los que destaca la obligación de:
1.- Emplear semilla de categoría certificada; conservando las etiquetas hasta la comercialización de la cosecha, anotándose en el Cuaderno de Explotación el Nº de lote y país de procedencia.
2.- Aplicar dosis de siembra adecuadas a las condiciones de la zona, debiendo ser agronómicamente calculadas y justificadas por el técnico competente, en función del peso de 1000 granos. Dicha justificación deberá quedar documentada.
3.- Anotar, para cada parcela, en el Cuaderno de Explotación, la variedad y la dosis de siembra utilizada, así como la categoría de la semilla y el tratamiento a que han sido sometidas. (Véase el Cuadro nº 2 del Reglamento Especifico de Producción Integrada de este cultivo).
4.- Respetar, para cada especie y variedad, las fechas de siembra, de acuerdo con las recomendaciones del técnico competente, anotándose en el Cuaderno de Explotación la información correspondiente a las mismas.
Prohibiciones
Del mismo modo, está prohibido mezclar semillas de diferentes variedades; sembrar en la dirección de máxima pendiente en recintos con pendiente media superior al 10%, excepto en el caso de siembra directa; repetir en la rotación 2 años consecutivos de la misma especie; así como sembrar cereal antes de Trigo duro.
Prácticas recomendadas
El Reglamento Específico de este cultivo establece además como prácticas recomendadas el empleo de equipos de siembra regulados en cuanto a dosis y profundidad de labor en función de la variedad, de las cualidades del lote de la semilla, así como de las condiciones de humedad y preparación del suelo. Dicha revisión deberá quedar documentada. El equipo de siembra dispondrá, además, de sistemas de ayuda al guiado para evitar solapes.
Por otro lado, se recomienda el empleo de entre 325 y 375 semillas por m2, teniendo en cuenta para el cálculo de la dosis de siembra el peso de 1000 granos y la germinación mínima oficial del 85%.
Finalmente es aconsejable realizar siembras con variedades recomendadas en las listas oficiales de ensayos de la Red Andaluza de Experimentación Agraria (RAEA), en función de IGC, peso específico y vitrosidad.