Hace justo un año comenzó a observarse en cítricos, de manera excepcional, daños foliares en forma de manchas circulares que fueron creciendo a la vez que las hojas se enrollaban longitudinalmente, produciéndose finalmente su caída. Como informa la Red de Alerta e Información Fitosanitaria de Andalucía (RAIF), dichos daños fueron causados por la antracnosis (Colletotrichum spp.). Normalmente, es poco frecuente en otoño y más frecuente en primavera, lo máximo que se observa en Andalucía son frutos con manchas oscuras a modo de “chorreo” producidas por el lavado de las conidias del hongo que quedan sin germinar debido a condiciones desfavorables.
Sin embargo, el ambiente más cálido y húmedo registrado en el otoño pasado, comparado con la serie histórica 2000-2021, favoreció el inicio y desarrollo de esta enfermedad. En la provincia de Huelva, por ejemplo, con una proporción de superficie casi a partes iguales de naranjo y mandarino, se observó una mayor incidencia de hojas afectadas en naranjo.
Actualmente, los cítricos andaluces se encuentran bajo condiciones meteorológicas similares a las de hace un año. Los meses de octubre y noviembre de 2023 han sido cálidos para la época, registrándose además precipitaciones frecuentes, es decir, ha habido agua libre y la humedad relativa se mantiene moderada-alta.
Según la previsión meteorológica, las temperaturas se van a mantener suaves, sobre todo en las provincias litorales, pudiéndose registrar ligeras precipitaciones el día 13 de diciembre.
Por todo ello, se alerta sobre el elevado riesgo de antracnosis, especialmente a nivel foliar, recomendándose el muestreo de frutos en maduración, tanto naranjos como mandarinos, y el muestreo de ramillas y hojas.
El control químico de esa enfermedad se basa en la aplicación de fungicidas preventivos, principalmente con formulaciones a base de cobre, cuando se vayan a dar las condiciones meteorológicas citadas. La época de tratamiento es aquella en la que se desarrollan las yemas, hojas, brotes y flores (antes de la floración).