La sequía y las extremas condiciones climáticas registradas este año han sido determinado el corto volumen de producción de cítricos esperado, fundamentalmente, la falta de disponibilidades hídricas, las anormales altas temperaturas registradas durante las fases de floración y cuajado del fruto y las olas de calor en estadios posteriores.
A nivel nacional, la naranja es la gran perjudicada esta campaña. Su producción se sitúa sobre 2.643.299 toneladas, un 8,2 % menos que la pasada y casi un 24 % por debajo de la media de las últimas cinco (-832.000 toneladas), lo que redunda en el descenso ya producido el año pasado.
La naranja, que sigue siendo el cítrico de mayor producción en España, con 45,9 % del total, pierde seis puntos de representatividad respecto al conjunto de los cítricos. Dentro de las naranjas, las más representativas son las del grupo navel, que representan el 72 % de toda la producción española de naranjas.
En concreto, según el aforo de cítricos elaborado por el MAPA la producción nacional estará un 14,4% por debajo de la media de los últimos cinco años (966.948 toneladas menos).
Será, según indican las previsiones, la segunda cosecha más corta de los últimos 11 años, con 5.754.184 toneladas de cítricos. La campaña pasada se recolectaron 5.730.773 toneladas, mientras la media de 2019 a 2023 ha sido de 6.721.133 toneladas.
La sequía afecta más a Andalucía
Según el aforo de la Junta de Andalucía, se espera que la naranja dulce baje su producción en Andalucía un 10,2 %, mientras que la mandarina y el limón aumentarán un 17 % y 28,1 % respectivamente.
Por zonas, Sevilla continuará siendo la principal provincia productora de cítricos, seguida de Huelva. Entre las dos se estima que representen el 67 % de toda la producción andaluza de cítricos y el 66 % de la producción de naranja dulce. La mandarina en esta campaña se cosechará mayoritariamente en la provincia de Huelva, acumulando el 70 % de toda la producción andaluza, mientras que el limón se concentra en la zona de Málaga y Almería, que producirán el 95 % del total.
La provincia sevillana, productora por excelencia de naranja, sufrirá este año una bajada de la producción de este cítrico de un 20,8 % respecto a la campaña 2022/2023 y un 30% inferior a la registrada en las campañas precedentes, la 2021/2022 o la 2020/2021. En esta última se recolectaron en Andalucía 1.714.000 toneladas. En concreto para la campaña 2023/2024 la Junta estima que se recolectarán en la región 1.177.950 toneladas, y como apuntamos, si se compara con un año ‘normal’, no con uno tan malo como el pasado, esta cifra de 1,17 millones de toneladas es aún más demoledora.
Por su parte, según el aforo, Huelva será la segunda provincia productora, con el 33 % del total, y la primera en mandarina (70,2 % de toda la mandarina de Andalucía). Las previsiones destacan un aumento de cosecha del 25,1 %, con un 13,1 % más de naranja y un 34,2 % más de mandarina. Sin embargo, estas cifras no cuadran mucho al sector, que asegura que la bajada de la producción también se notará en esta provincia.
Por otro lado, Córdoba pasará a ser la cuarta provincia en importancia, con el 10,1 % de la producción total de cítricos de Andalucía y el 15,4 % de la naranja dulce. El aforo prevé una reducción de la cosecha del 19,7 %, sobre todo por el descenso de la naranja dulce (-20,3%).
Pequeños cítricos
Por su parte, la producción nacional de pequeños cítricos será de 1.853.078 toneladas, una cantidad muy similar a la de la campaña pasada.
No obstante, la cifra está un 12,7% (270.000 toneladas menos) por debajo de la media de las últimas cinco campañas. Con la excepción de la pasada campaña, que fue muy inferior, habría que remontarse a principios de siglo para encontrar una producción similar. Por tipo de pequeños cítricos, las satsumas representarán el 4,3 % de este grupo, las clementinas el 54 % y el resto de mandarinas e híbridos el 41,7 %.
En la última década se han plantado muchos híbridos de pequeños cítricos, como la mandarina Tango, que dan mucha producción. Esto ha equilibrado la cosecha total de las variedades tradicionales, más baja.
En estas condiciones, el sector citrícola andaluz espera una campaña de comercialización más tranquila y con buenos precios, puesto que el comercio tiene necesidad de fruta y la demanda inicial está siendo buena. Esperemos que esta tendencia se mantenga a lo largo de toda la campaña.
Un motivo más de preocupación para el sector
ASAJA-Sevilla insta a las administraciones a multiplicar los esfuerzos para dar la vuelta a las malas estadísticas de consumo nacional y andaluz de naranjas
De los datos ofrecidos por la Consejería de Agricultura el pasado 22 de septiembre en la presentación del aforo citrícola hay uno que debe preocupar mucho al sector y también a nuestras administraciones, y al que probablemente no se le este prestando la atención debida. Se trata de la evolución del consumo de naranjas en nuestro país y en nuestra región.
En los últimos 13 años hemos pasado de los 22 kilos de consumo de naranja por persona y año a poco más de 13, una reducción del consumo per cápita de casi 8,5 kilos. Esta tendencia a la baja en el consumo tan sólo se rompió en el ejercicio de 2020, cuando por el efecto del confinamiento impuesto por la pandemia se incremento el consumo de naranjas, que repuntó hasta los 17,4 kilos por persona.
Si bien en la presente campaña, marcada por la reducida oferta de naranja andaluza y nacional como consecuencia de la sequía y la falta de cuajado, la comercialización por el bajo consumo no parece que vaya a constituir un problema, sí puede serlo en las próximas, puesto que esta cifra tan baja de consumo nacional per cápita vuelven al sector mucho más dependiente de las exportaciones y colocan a los productores en una situación peligrosa ante un mínimo incremento de la oferta.
Desde ASAJA-Sevilla queremos dar un toque de atención al sector y especialmente a las autoridades, a las que se les llena la boca hablando de dieta mediterránea, comida sana y planes contra la obesidad infantil. Instamos a las administraciones a redoblar el esfuerzo y a reforzar y mejorar las campañas de comunicación para, en primer lugar, frenar el descenso del consumo y, a medio plazo, para conseguir dar la vuelta a estas cifras.
Adjuntamos los aforos citrícolas
- Aforo del Ministerio de Agricultura
- Aforo de la Consejería de Agricultura
