La Red de Alerta e Información Fitosanitaria de la Consejería de Agricultura (RAIF) aconseja, en las explotaciones destinadas a sembrar Trigo duro en Producción Integrada a la hora de programar una correcta siembra, tener en cuenta varios aspectos técnicos, entre los que destaca la obligación de:
1.- Emplear semilla de categoría certificada; conservando las etiquetas hasta la comercialización de la cosecha, anotándose en el Cuaderno de Explotación el Nº de lote y país de procedencia.
2.- Aplicar dosis de siembra adecuadas a las condiciones de la zona, debiendo ser agronómicamente calculadas y justificadas por el técnico competente, en función del peso de 1000 granos. Dicha justificación deberá quedar documentada.
3.- Anotar, para cada parcela, en el Cuaderno de Explotación, la variedad y la dosis de siembra utilizada, así como la categoría de la semilla y el tratamiento a que han sido sometidas. (Véase el Cuadro nº 2 del Reglamento Especifico de Producción Integrada de este cultivo).
4.- Respetar, para cada especie y variedad, las fechas de siembra, de acuerdo con las recomendaciones del técnico competente, anotándose en el Cuaderno de Explotación la información correspondiente a las mismas.
5- Incluir un cultivo que no sea cereal al menos cada 4 hojas de rotación.
Del mismo modo, está prohibido mezclar semillas de diferentes variedades en trigos; sembrar en la dirección de máxima pendiente en recintos con pendiente media superior al 10%, excepto en el caso de siembra directa; repetir cultivos de trigo en la rotación; así como sembrar cereal antes de Trigo duro.
El Reglamento Específico de este cultivo establece además como prácticas recomendadas el empleo de semilla certificada para trigos; así como el uso de equipos de siembra regulados en cuanto a dosis y profundidad de labor en función de la variedad, de las cualidades del lote de la semilla, así como de las condiciones de humedad y preparación del suelo. Dicha revisión deberá quedar documentada.
Así mismo, se recomienda el empleo de un determinado número de semilla.
También es aconsejable realizar siembras con variedades recomendadas en las listas oficiales de ensayos de la Red Andaluza de Experimentación Agraria (RAEA), en función del Real Decreto 190/2013. El equipo de siembra deberá disponer de sistemas de ayuda al guiado para evitar solapes.
Se recomienda el empleo de técnicas de agricultura de conservación: siembra directa; así como incluir en la rotación alguna leguminosa y/o alguna Crucífera como la colza (Brassica napus), por el beneficio que el rastrojo de ésta deja en el suelo debido a la biofumigación que produce al descomponerse sus restos.
Consulte aquí las variedades recomendadas en las listas oficiales de ensayos de la RAEA.