Entrevista a Juan Agüera Vega. Dr. ingeniero agrónomo del Departamento de Ingeniería Rural, de la Escuela Técnica Superior de Agrónomos de Córdoba y responsable técnico de la Universidad de Córdoba en el proyecto SMART AG Services.
El proyecto Smart AG Services se sustenta en dos pilares fundamentales de la explotación agrícola: el riego localizado e inteligente y las técnicas de abonado variable. Sobre estas últimas, ¿cuáles consideras las principales ventajas que ofrece para el agricultor la realización de programas de fertilización o abonado variable ?
J.A.V.: El abonado variable permite una distribución del fertilizante de acuerdo a las necesidades reales del cultivo en cada zona de la parcela, lo que redundará en una mayor producción haciendo uso de la misma cantidad de abono que en la distribución uniforme o en conseguir producciones similares con la aplicación de menores cantidades de abono, dependiendo de la estrategia a seguir. Otra contribución importante a tener en cuenta es la medioambiental, al evitar o minimizar las aportaciones de fertilizantes a los cauces y aguas subterráneas.
¿Es muy complicado introducir estas tecnologías en una explotación, por lo menos, de tamaño medio, sobre 40-90 hectáreas en secano? ¿Existe un mínimo para qué sea rentable?
J.A.V.: En la actualidad la tecnología necesaria para realizar fertilización variable está muy avanzada y con precios asequibles. Un gran número de empresas de servicios de recolección proporcionan mapas de rendimiento, que junto con imágenes de satélite gratuitas como las procedentes de Sentinel-2, son la base de los mapas de prescripción de abonado variable, es decir, el mapa que establece qué dosis de fertilizante aplicar en cada zona de la parcela.
Las abonadoras con tecnología de distribución variable también están muy extendidas entre las empresas de servicios. El proyecto Smart AG Services incluye el desarrollo tecnológico para la transformación de abonadoras convencionales en máquinas apropiadas para distribución variable, evitando así la necesidad de inversiones fuertes para iniciarse en la agricultura de precisión en el caso de explotaciones reducidas.
Respecto al mínimo de superficie para aplicar estas tecnologías, viene dado sobre todo por la existencia o no de variabilidad espacial en la parcela y no tanto por necesidades de inversión en tecnología.
¿ Qué necesita el agricultor para afrontar la implantación de prácticas de abonado variable en su explotación?
J.A.V.: La implantación de técnicas de distribución variable implica un mayor conocimiento de la parcela (suelo, climatología, hidrología...) y de los procesos que intervienen en el aprovechamiento por parte de la planta del fertilizante aplicado. Pasar de una gestión convencional, con tratamientos uniformes, a una distribución variable óptima es un proceso gradual que debería ir mejorando en cada ciclo de cultivo a medida que se conoce mejor la parcela y la casuística de cada año agrícola.
Para empezar no son necesarios grandes medios. La información de las imágenes de satélites que están a disposición pública de forma gratuita en la web es una herramienta muy adecuada para la planificación del abonado de cobertera.
Otro aspecto que resulta de gran interés es contratar la recolección con empresas que dispongan de cosechadoras con monitor de rendimiento, ya que el mapa de cosecha que nos proporcionará será clave para evaluar la estrategia de abonado seguida en el cultivo anterior y por otra parte, nos proporcionará claves para mejorar en la campaña siguiente.
El tercer elemento importante es la máquina abonadora con tecnología de distribución variable, de la que ya disponen muchas empresas de servicios. Como se ha dicho anteriormente, también está la posibilidad de empezar con una abonadora convencional adaptada.
¿Qué resultados van a obtenerse del proyecto SMART AG Services, por ejemplo, plataformas o programas tipo llave en mano para su aprovechamiento por los agricultores que estén interesados ?
J.A.V.: El proyecto SMART AG Services, sin duda, facilitará la implantación de las técnicas de distribución variable en las explotaciones agrícolas, ya que los agricultores encontrarán el apoyo técnico necesario para llevar a cabo la transformación a este tipo de prácticas, mediante el asesoramiento de estructuras asociativas como pueden ser las cooperativas u otras organizaciones colectivas. En este sentido el proyecto proveerá de imágenes satelitales ya procesadas para su transformación inmediata en mapas de prescripción, dentro de la zona del ámbito de trabajo del proyecto, que estarán disponibles en la web.
También se pondrá a disposición de los usuarios herramientas y protocolos para procesar dichas imágenes mediante aplicaciones GIS gratuitas con las que conseguir los mapas de prescripción adaptados a las singularidades de cada usuario.
Por último, se pondrá a disposición de las cooperativas o entidades participantes en el proyecto la tecnología que permitirá transformar la abonadora convencional de que dispone, en una verdadera abonadora de distribución variable capaz de aplicar con precisión las dosis de abonado prescritas para cada zona de manejo.
Asimismo, la adecuada formación de los técnicos de la cooperativa es también un factor fundamental en la expansión de esta técnica, por lo que se están organizando reuniones y jornadas prácticas que permitan la adecuada formación de todo aquel que esté interesado en ello.
