En el marco de su apuesta por una agricultura sostenible, Syngenta ha desarrollado un proyecto europeo para favorecer un mejor conocimiento de la agricultura de conservación en cultivos herbáceos. El proyecto, en el que colabora la Asociación Española de Agricultura de Conservación y ASAJA-Sevilla y del que venimos informando puntualmente en esta página web, se desarrolla simultáneamente en España, Reino Unido y Francia. En España se compara en nueve parcelas demostrativas tres manejos de cultivo diferenciados a partir de una rotación anual de cereales (trigo duro), oleaginosas (girasol) y leguminosas (garbanzo).
Los sistemas de manejo que se llevan a cabo incluyen el laboreo convencional y sistemas basados en agricultura de conservación, de manera que se puedan obtener unos resultados adaptados a las condiciones particulares de las distintas regiones agroclimáticas. En este proyecto, Andalucía cobra especial protagonismo, ya que las fincas piloto españolas se encuentran situadas en las comarcas de la Campiña y Las Marismas, en concreto en los términos municipales de Osuna y Lebrija, respectivamente.
El pasado mes de agosto, con la recolección del girasol, concluyó la tercera campaña de este proyecto que comenzó en 2018 y que ha culminado en 2020 la rotación completa de cultivos fijada en el diseño inicial consistente en la rotación garbanzo-trigo-girasol.
Aunque no será hasta dentro de varias semanas cuando se complete el análisis de toda la información obtenida, una estimación inicial apunta a que el sistema de manejo basado en agricultura de conservación y las recomendaciones de Syngenta obtiene una mayor rentabilidad en las dos fincas piloto del proyecto en Osuna y Lebrija. Este dato, sin duda, deber ser un importante factor que conviene tener en cuenta ante la imperiosa necesidad de mejorar la viabilidad económica de los cultivos herbáceos de secano.