Como no podía ser de otra manera, en el actual contexto de pertinaz sequía, el normal desarrollo del proyecto BIOLIVAR también se está viendo condicionado por la terrible situación de escasez de precipitaciones que está sufriendo Andalucía y buena parte de España. Concretamente, una de las principales acciones de campo del proyecto, como es la implantación de diferentes tipos de cubiertas vegetales espontáneas y sembradas, con diversidad de especies y manejos, se ha visto notablemente afectada por la falta de agua.
Pese a ello, el equipo del proyecto ha continuado con la ejecución de los trabajos previstos y, en su segundo año de trabajo, se han realizado experimentos demostrativos de cubiertas en tres fincas incluidas en la Denominación de Origen Protegida “Estepa”, en los que se ha venido haciendo un seguimiento de crecimiento y fenología. En el mes de mayo, una vez completado el ciclo, se ha medido producción de biomasa.
Además, se han desarrollado los fundamentos básicos de una guía operativa para selección e implantación de cubiertas vegetales, que se ha presentado a agricultores y técnicos de la zona y cuya conclusión está prevista para finales del presente año.
Junto a estos trabajos, se ha completado el mapa de riesgo de erosión a escala de parcela y su visualización en una base de datos geoespacial para toda la DOP. Se está trabajando en el análisis de incertidumbre de la misma y en su incorporación a la aplicación digital que está desarrollando otro de los socios del proyecto, la empresa de base tecnológica EVENOR-Tech.
El proyecto comenzó su ejecución en el segundo semestre de 2021 y espera concluir sus trabajos en la primavera de 2024. Queda por lo tanto una última campaña agrícola por delante, para la que, por el bien de las explotaciones y por el normal desarrollo previsto del proyecto, confiamos que este largo ciclo de baja pluviometría quede ya por fin superado.