El pasado viernes arrancó la nueva campaña de molturación de la remolacha azucarera con unas previsiones similares a la anterior. Como informa la periodista Nicol Jiménez en El Correo de Andalucía, el año, en general, ha sido «bueno» para un cultivo con un difícil panorama desde la famosa reestructuración azucarera de 2006. El pasado día 3 abrió sus puertas la fábrica de Guadalete, en Jerez de la Frontera, la única molturadora de remolacha azucarera que queda en Andalucía y que recepciona el producto que se cultiva en las provincias de Sevilla y Cádiz.
La campaña, que empieza una semana antes que el pasado año, tendrá una duración estimada de 65 días, por lo que si no se produce ninguna incidencia podría darse por terminada para la primera semana de agosto. El pasado año se alargó ocho días porque hubo más producción que la que se espera este año.
En concreto, en esta campaña se han sembrado 7.000 hectáreas, es decir, 1.500 menos que la pasada. La razón, según las organizaciones agrarias de la Mesa Zonal, ha sido el precio. «El número de hectáreas varía en función de las rotaciones en cada explotación y también influyen los precios de los otros cultivos, como el trigo o el tomate, con un valor aceptable en los últimos años», como ha explicado a El Correo de Andalucía Antonio Caro, coordinador de servicios técnicos de Asaja Sevilla. El objetivo, según Caro, es que en Andalucía se alcancen en los próximos años las 10.000 hectáreas, cifra «que asentaría» el cultivo en el territorio.
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