El pasado 1 de octubre arrancaba oficialmente la campaña oleícola 2019-2020, por lo que empiezan a surgir las primeras previsiones de cosecha oficiosas. Una campaña que, como publica la periodista Inma Lopera en ABC, llega marcada por la vecería del olivo pero, sobre todo, por la sequía, que está afectando especialmente al olivar de secano y al de riego deficitario.
Y es que, en el último año hidrológico (de octubre 2018 a octubre 2019) en la provincia de Sevilla han caído 182 litros menos de media, y 162 litros de agua menos en el caso de la comunidad andaluza. A esto se suma unas temperaturas continuadas inusualmente altas para estas fechas cruciales para el olivo, que ni siquiera está disfrutando del rocío mañanero.
Por ello «cada día que pasa sin llover y con altas temperaturas merma la posibilidad de tener una buena cosecha, pues la aceituna está ya arrugada y con poco peso, lo que redundará en una bajada significativa de kilos para el agricultor», explica en ABC el técnico de Olivar de ASAJA-Sevilla, José Vázquez. A falta todavía de conocer los datos de cierre de la campaña precedente (2018-2019), a fecha de 31 de septiembre, ASAJA-Sevilla augura una cosecha de aceite de oliva nacional «corta», «de un millón de toneladas como máximo» frente a la producción récord de casi 1.800.000 toneladas de la campaña anterior.
Adjuntamos el artículo completo de ABC