Con la recolección de la naranja a la vuelta de la esquina en la provincia de Sevilla, las primeras impresiones para la campaña citrícola 2020-2021 apuntan al optimismo. Así lo manifiesta en ABC de Sevilla el presidente de la patronal agraria ASAJA-Sevilla y ASAJA Andalucía, Ricardo Serra, quien habla de que «podríamos estar ante una muy buena campaña citrícola siempre y cuando el sector actúe con responsabilidad, bien ante los desafíos que plantea el Covid-19, bien ante el momento adecuado para iniciar la recolección de la fruta», insistiendo en que «hay que tener paciencia y esperar a que la naranja madure adecuadamente en el árbol».
Como publica la periodista Inma Lopera, el peligro de que fruta todavía inmadura, sin alcanzar los grados brix requeridos por la normativa comunitaria para la comercialización de cítricos, llegue al mercado es mayor si cabe en esta campaña, ante la enorme apetencia de naranjas que se viene observando ya desde junio y durante el resto de meses del verano. «En agosto se han cerrado muchos contratos de compra-venta para la nueva campaña de la variedad Navelina, la primera que se cosecha en la provincia. Es habitual que por esas fechas estivales empiecen a llegar los primeros oteadores a las fincas interesándose por las naranjas, pero no lo es tanto que se cierren cuantiosas operaciones comerciales como este año», explica Serra.
Ante esta tesitura, hay cierto temor a que ese interés comprador, y además a buenos precios, lleve a algunos productores y comercializadores a precipitarse en la venta de frutos que no cumplirían las mínimas condiciones de calidad, lo que «constituye un fraude al consumidor y va en contra de los intereses de todo el sector citrícola», recalca Serra, produciendo «un rechazo en los mercados de destino y afectando negativamente a la imagen del producto», lo que terminaría por retraer la demanda de los cítricos y provocaría el desplome de los precios.
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