La escasez de agua en la agricultura mediterránea, agravada por el cambio climático, hace imprescindible optimizar su uso para lograr la máxima producción con el mínimo consumo
Uno de cada cuatro agricultores andaluces de regadío cuenta ya con sensores y dispositivos digitales para optimizar el uso del agua en sus cultivos. Un dato que, como ha puesto hoy de manifiesto el asesor técnico del proyecto CIT y gerente de Aquamática, Julio Frías, refleja la buena acogida que tienen las nuevas tecnologías aplicadas al riego, el único modelo de cultivo que permite mantener más o menos estable la productividad en regiones mediterráneas como Andalucía, sujetas a largos periodos de ausencia de precipitaciones.
La escasez de agua en la agricultura mediterránea, agravada por el cambio climático, hace imprescindible optimizar su uso para lograr la máxima producción con el mínimo consumo
Uno de cada cuatro agricultores andaluces de regadío cuenta ya con sensores y dispositivos digitales para optimizar el uso del agua en sus cultivos. Un dato que, como ha puesto hoy de manifiesto el asesor técnico del proyecto CIT y gerente de Aquamática, Julio Frías, refleja la buena acogida que tienen las nuevas tecnologías aplicadas al riego, el único modelo de cultivo que permite mantener más o menos estable la productividad en regiones mediterráneas como Andalucía, sujetas a largos periodos de ausencia de precipitaciones.
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