La Consejería de Medio Ambiente suma ya cinco años sin convocar ayudas forestales. El último año en que se convocaron fue en 2012, lo que preocupa a los titulares de terrenos forestales y a los propietarios y gestores de las dehesas, ya que esta línea de ayudas es fundamental para contribuir al mantenimiento y la limpieza del monte.
Estas ayudas están contempladas en el Programa de Desarrollo Rural (PDR) de Andalucía del actual marco comunitario 2014-2020, y como ha denunciado ASAJA-Sevilla, aún se desconoce cuándo se van a poner en marcha, pese a que las labores de gestión y de limpieza del monte son muy complejas, muy costosas y de vital importancia para evitar la propagación de los incendios forestales en verano.
El sector forestal sufraga la limpieza de su propio bolsillo
Andalucía cuenta con 2.900.000 hectáreas de terreno forestal y el 74% es de gestión privada, por lo que el sector forestal está teniendo que sufragar las labores de limpieza del monte de su propio bolsillo.
Como viene recordando ASAJA-Sevilla, los incendios forestales hay que apagarlos en invierno, por lo que hemos instado a la Administración a que sin abandonar la lucha contra el fuego -Plan Infoca-, ponga más atención en las ayudas contempladas en la Medida 8: Inversiones en el desarrollo de la zonas forestales y mejora de la viabilidad de los bosques, es el único programa con el que cuenta Andalucía para reducir el combustible forestal del monte.
En concreto, la Medida 8 consta de cinco líneas de ayudas, que cuentan con un presupuesto global de 387,8 millones de euros, incluido cofinanciación.
ASAJA demanda la convocatoria urgente y con regularidad anual
ASAJA ha enviado una carta al consejero andaluz de Medio Ambiente, José Fiscal, solicitándole la puesta en marcha lo antes posible de estas ayudas forestales, y pidiendo además que tengan una regularidad anual, pues la última convocatoria se realizó en 2012, hace ya cinco años, y anteriormente se publicaron en 2008.
Estas ayudas permiten también la regeneración de las dehesas, ecosistema que el PDR andaluz define como un ejemplo de sistema de alto valor natural en el que la explotación agraria se hermana con la protección del medio ambiente, en un modelo único de aprovechamiento sostenible que, además, configura uno de los paisajes más representativos de Andalucía. Así, se subvencionan labores como la poda del arbolado, la instalación de abrevaderos para el correcto manejo del ganado o las reposiciones de marras, entre otras, tareas que, además, permiten promover el empleo y favorecer la movilidad laboral.