En la presente campaña la superficie sembrada de quinoa en Andalucía ha sido de 7.250 hectáreas, un 10% más que la pasada campaña. El cultivo ha arraigado fundamentalmente en las provincias de Sevilla y Córdoba, en las que se ha sembrado el 71% y el 21% de toda la superficie regional. Dos municipios destacan por su predilección por este cultivo: Écija, donde la superficie sembrada de quinoa asciende hasta las 1.600 ha, y Córdoba, donde se han sembrado 761 ha.
Este pseudocereal, que poco a poco se va abriendo hueco en el campo andaluz, se presenta como otra alternativa para los agricultores, ya que se adapta bien a las rotaciones tanto en secano como en regadíos.
En la presente campaña, además de la falta de agua en primavera, la quinoa ha sufrido importantes daños producidos por insectos de suelo como el gusano de alambre y el mildiu. En ambos casos el principal hándicap viene de la falta de herramientas para el control de plagas y enfermedades, pues como hemos denunciado desde ASAJA-Sevilla el agricultor se encuentra en una situación de indefensión, puesto que no cuenta en el mercado con materias activas autorizadas para este cultivo.
En cuanto a los rendimientos, en una estimación muy preliminar, en la presente campaña se esperan unos rendimientos medios de 1.500 kg/ha en los secanos y de 3.000 kg/ha en los regadíos.
Con respecto a los precios, la industria previo contrato está liquidando a 50 céntimos/kg en los secanos y 60 céntimos/kg en los riegos, donde se incluye por parte de esta la semilla, labores de siembra y transporte de la cosecha desde la finca hasta la fábrica.
El futuro del cultivo depende directamente de que el agricultor encuentra rentabilidad en la siembra de la quinoa.
Apuntes sobre la quinoa
La quinoa se considera un pseudocereal, procedente de la cordillera de Los Andes.
Es un producto que está de moda entre los consumidores, ya que puede consumirse tanto en harinas como en alimentos preparados. Es apto para celíacos y tiene un valor nutricional interesante.
En Andalucía, el grueso de las siembras se realiza en febrero, a una dosis que oscila entre los 8-10 kg por hectárea y a muy poca profundidad, en torno a los 2 cm. Es muy importante una buena preparación del lecho de siembra, con la tierra muy fina para que la nacencia sea la adecuada.
El cultivo se caracteriza por una inflorescencia llamada panoja, y tiene menos necesidades hídricas que otros cultivos como el cereal. Entre las labores que demanda el cultivo, además de la preparación del lecho de siembra (realizando labores con chisel, semichisel, cultivador y rulo), se encuentra el abonado de fondo y cobertera y la eliminación de malas hierbas que compiten con el cultivo mediante medios mecánicos (varios pases de regabina dependiendo del nivel de infestación).