Las lluvias en Andalucía durante el periodo comprendido entre el 28 de febrero y el 12 de marzo han sido intensas. Como informa la Red de Alerta e Información Fitosanitaria de Andalucía (RAIF), además de la borrasca Jana, varios frentes lluviosos han afectado Andalucía, contribuyendo a un aumento significativo en los niveles de los embalses, han causado algunas incidencias debido a las condiciones meteorológicas adversas y tienen consecuencias en lo que se refiere a la sanidad de los principales cultivos porque se han producido condiciones ambientales favorables, principalmente, al desarrollo de enfermedades.
Los datos medios provinciales de precipitación, obtenidos de 146 estaciones meteorológicas de la Consejería de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural en el periodo citado son los siguientes:
- Sevilla: Ha experimentado una precipitación media de 114 mm, mostrando un nivel significativo de lluvias.
- Almería: La precipitación media ha sido de aproximadamente 92 mm, lo cual indica un nivel de lluvias significativo en este periodo.
- Cádiz: Ha registrado una precipitación media elevada de alrededor de 125 mm, situándose entre las provincias con mayores acumulaciones de lluvia.
- Córdoba: Ha recibido una precipitación media de 106 mm, reflejando un nivel considerable de lluvias en estos días.
- Granada: La precipitación media ha sido de 77 mm, siendo una de las más bajas entre las provincias andaluzas, aunque sigue siendo significativa.
- Huelva: Huelva ha mostrado un alto nivel de lluvias con una precipitación media de 120 mm, comparada con otras provincias.
- Jaén: Jaén ha registrado una precipitación media de 76 mm, siendo la provincia con el valor más bajo de precipitaciones en este periodo.
- Málaga: La provincia de Málaga ha tenido la precipitación media más alta con 139 mm, destacando la intensidad de las lluvias en esta área.
Se puede consultar una tabla detallada, por comarcas agrarias de cada provincia en este enlace.
También está disponible un mapa de precipitaciones en este enlace.
Las abundantes precipitaciones recientes en Andalucía han creado un entorno favorable para el desarrollo de enfermedades fitosanitarias, especialmente aquellas causadas por hongos y bacterias, debido al exceso de humedad y encharcamiento. Además, estas condiciones pueden influir en la proliferación de ciertas plagas. Para minimizar los riesgos, es fundamental mejorar el drenaje, ajustar el riego, aplicar tratamientos preventivos y realizar un monitoreo constante. La ventilación en invernaderos y el manejo adecuado de la vegetación también serán claves para reducir el impacto en los cultivos.
Los agentes que pueden afectar a nuestros cultivos en situaciones de altas precipitaciones y humedad relativa son:
- Cítricos: Mayor incidencia de hongos como Phytophthora spp. (podredumbre del cuello y gomosis), Alternaria alternata (mancha marrón en mandarinos) y Colletotrichum spp. (antracnosis). Además, el exceso de humedad favorece la proliferación de ácaros y enfermedades poscosecha como Penicillium spp.
- Olivo: Mayor riesgo de repilo (Fusicladium oleagineum), antracnosis (Colletotrichum spp.) y tuberculosis del olivo (Pseudomonas savastanoi).
- Frutos rojos (arándano, frambuesa, mora, etc.): Incremento de enfermedades fúngicas como Botrytis cinerea, Phytophthora spp. y Mycosphaerella spp. También puede haber asfixia radicular y problemas de calidad en frutos por rajado.
- Hortícolas bajo plástico (tomate, pimiento, pepino, etc.): Aumento de enfermedades foliares como mildiu (Phytophthora infestans en tomate), botritis, oídio y pudriciones radiculares (Pythium, Fusarium, Phytophthora). La alta humedad en invernaderos puede favorecer la proliferación de plagas como mosca blanca y trips.
- Cereales de invierno (trigo, cebada, avena, etc.): Favorecimiento de enfermedades como helmintosporiosis (Drechslera tritici-repentis), roya amarilla (Puccinia striiformis) y fusariosis de la espiga (Fusarium spp.), aunque ahora no es el caso. Además, los encharcamientos pueden afectar la nascencia y el desarrollo radicular.
- Remolacha: Mayor riesgo de enfermedades fúngicas como Cercospora beticola (cercosporiosis), Fusarium spp. (marchitez) y Rhizoctonia solani (podredumbre de raíz). También pueden aparecer problemas de asfixia radicular en suelos mal drenados.
- Almendro: Favorecimiento de enfermedades como monilia (Monilinia spp.), cribado (Wilsonomyces carpophilus) y antracnosis (Colletotrichum spp.). Además, la humedad alta en floración puede comprometer el cuajado del fruto.
Medidas para minimizar los riesgos fitosanitarios
Desde ASAJA-Sevilla recomendamos llevar a cabo esta serie de medidas señaladas por la RAIF para minimizar los riesgos fitosanitarios:
- Mejora del drenaje: Evitar encharcamientos mediante la adecuación de sistemas de drenaje en campo y en invernaderos.
- Tratamientos fitosanitarios preventivos: Aplicación de fungicidas autorizados en los momentos adecuados para prevenir enfermedades fúngicas.
- Control de la ventilación en invernaderos: Reducción de la humedad relativa mediante ventilación y control de la temperatura.
- Monitoreo constante: Vigilancia de síntomas iniciales de enfermedades y plagas para actuar de manera rápida y eficaz.
- Manejo del riego: Ajuste del riego para evitar excesos de humedad en suelos ya saturados por las lluvias.
- Poda y manejo de la vegetación: Eliminación de material vegetal afectado y mejora de la aireación para reducir la proliferación de hongos.
- Uso de variedades resistentes: En la medida de lo posible, optar por variedades con mayor tolerancia a enfermedades.
- Aplicación de bioestimulantes y tratamientos preventivos: Uso de productos que fortalezcan la planta frente a enfermedades y estrés hídrico.
- Rotación de cultivos y manejo del suelo: En cultivos de ciclo anual, aplicar rotaciones para reducir la presión de enfermedades del suelo.