ASAJA-Sevilla ha puesto en marcha el proyecto innovador denominado Gestión de márgenes multifuncionales en secano para un mejor balance en carbono y biodiversidad, en el marco de las ayudas al funcionamiento de grupos operativos de la Asociación Europea de Innovación (AEI) en materia de productividad y sostenibilidad contempladas en el Programa de Desarrollo Rural de Andalucía 2014-2020.
Este proyecto pretende optimizar la metodología de implantación y gestión de márgenes multifuncionales (MMF) en los cultivos herbáceos de secano de Andalucía, con especial énfasis en espacios incluidos en la Red Natura 2000, y teniendo como objetivo principal una gestión sostenible del suelo que permita aumentar la captura de carbono y, en su consecuencia, contribuir a la mitigación del cambio climático. La implantación de márgenes multifuncionales en los cultivos herbáceos de secano, además de una buena práctica innovadora, es fuente de múltiples beneficios medioambientales y agronómicos para los suelos donde están ubicados, con repercusiones directas en la sostenibilidad de los mismos.
Junto a ASAJA-Sevilla participan también la Asociación Española de Agricultura de Conservación-Suelos Vivos, el Instituto de Investigación y Formación Agraria y Pesquera (IFAPA), Syngenta, SAT San Arcadio y ASAJA-Andalucía.
El proyecto que comenzó el pasado mes de febrero, tiene una duración de dos años y abarcará el estudio de los márgenes multifuncionales a lo largo de dos campaña agrícolas, tanto en explotaciones agrarias como en parcelas de ensayo gestionadas por el IFAPA.
Por parte del equipo del proyecto, se han realizado ya varias visitas a las fincas en las que se ubicarán los márgenes multifuncionales, situadas todas ellas en la comarca agrícola de La Campiña y que pretenden ser representativas de las principales zonas productoras de campiña de secano de nuestra región.
El proyecto pretende también hacer una revisión del estado del conocimiento a fin de optimizar esta buena práctica agraria para que su gestión e implementación en campo sea lo más sencilla posible, al tiempo que permita desplegar un mayor número de beneficios ambientales y agronómicos sin poner en riesgo la rentabilidad de las explotaciones.