La necesidad de mejorar la productividad del agua en agricultura es cada vez más mayor, dado el aumento de la población y de la variabilidad climática. Asimismo, el agricultor necesita herramientas que mejoren la rentabilidad de su explotación, a la par que le permitan aplicar prácticas sostenibles que aseguren el futuro de los recursos suelo y agua.

En este marco, desde ASAJA-Sevilla estamos coordinando, desde junio de 2018, el desarrollo del Proyecto CIT (Control Inteligente de Termografía), con la ayuda y funcionamiento de la Asociación Europea de Innovación (AEI). En el proyecto participan, además, el IRNAS (Instituto de Recursos Naturales y Agrobiología, un centro de investigación del CSIC en Sevilla), la Comunidad de Regantes del Valle Inferior del Guadalquivir, la empresa 258INNOVA24H y ASAJA-Andalucía.

Riego basado en la temperatura del cultivo

El mayor logro que se pretende con el Proyecto CIT es el desarrollo de una metodología de riego basada en la temperatura del cultivo. Si el cultivo está bien regado, la transpiración de las plantas es elevada, lo cual disminuye su temperatura. Si el riego es escaso, la energía solar captada por las hojas no puede disiparse por la transpiración y la planta se calienta.

En el proyecto C.I.T estamos desarrollando y utilizando un dispositivo que toma imágenes termográficas del cultivo, indicadoras de su temperatura y, por lo tanto, de lo adecuado del riego.

Además, el sistema consta de un dispositivo de cámara termográfica adaptada a la maquinaria de las fincas con el que se analizarán las imágenes obtenidas a través de un software, diagnosticando de manera automática el estado hídrico del cultivo. De esta forma, el agricultor recibe en tiempo real la información interpretada en su dispositivo electrónico del nivel de estrés del cultivo. El sistema es de fácil manejo para cualquier tipo de cultivo extrapolable a pequeñas, medianas y explotaciones.

El método no es nuevo, pero sí las peculiaridades de la cámara CIT, que presenta dos mejoras fundamentales con respecto a otros equipos de tecnología parecida: puede montarse sobre el tractor o cualquier otro vehículo, de forma que las imágenes se toman de forma automática a medida que el agricultor realiza otras labores, y se complementa con una aplicación informática para el análisis fiable y rápido de las imágenes, lo cual facilita su uso en plantaciones comerciales. Estas características convierten a la cámara CIT en una herramienta de fácil uso por el agricultor, que le proporciona una información casi inmediata y útil para la programación del riego.

La cámara CIT se está probando en varias fincas, entre las que destaca la finca Sanabria, de Internacional Olivarera. En esta finca hay una plantación representativa del olivar superintensivo, en la que el grupo de investigación del IRNAS lleva trabajando en la respuesta al riego desde el año 2010.

Entre el resto de las fincas colaboradoras destacan varias de la Red Natura 2000 y de la Comunidad de Regantes del Valle Inferior del Guadalquivir, con plantaciones de frutales representativas de la agricultura de la zona, de especies como el almendro, cítricos y olivar.