Las últimas semanas de constantes temporales han revertido la situación en el campo sevillano: del miedo a que la sequía hiciese inviables los cultivos a la tranquilidad de que las lluvias de marzo harán que sea una buena campaña. «Las lluvias caídas prácticamente garantizan una campaña de riego normal», asegura en ABC Eduardo Martín, secretario general de Asaja Sevilla, que se muestra muy satisfecho ante el giro que han dado las expectativas para los agricultores y ganaderos. «Hace apenas un mes estábamos hablando de sequía y gestionando la escasez de agua, y ahora podemos decir que esperamos una primavera y verano con una dotación de riego normal», afirma.
Como publica la periodista Natalia Ortiz en ABC, según los últimos datos, la cuenca del Guadalquivir ha alcanzado el 58% de su capacidad, con 4.709 hectómetros cúbicos, y el Sistema de Regulación General, que es el que fundamentalmente abastece al regadío, se encuentra al 48,61%. Hace un mes, estaban al 33% y 28% respectivamente, por lo que «prácticamente se ha doblado la cantidad de agua embalsada», tal y como detalla el secretario general de la patronal agraria.
En total, estas precipitaciones del final del invierno han dejado de media casi 500 litros por metro cuadrado en la provincia, llegando a superar los 650 litros en zonas concretas como la Sierra Norte. Por tanto, se puede decir que el sector agrícola sevillano, y andaluz, se ha visto muy aliviado por las lluvias de febrero y marzo y espera que la primavera que acabe de comenzar también se comporte bien en lo referente a las condiciones meteorológicas.
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