El cultivo del arroz en Andalucía utiliza un sistema de riego por inundación, que se alimenta de una red de canales desde el río. Los agricultores gestionan su consumo bajo la supervisión de la Confederación Hidrográfica, la cual concede una dotación de agua para el cultivo al inicio de cada campaña.
En la provincia de Sevilla, como publica la Red de Alerta e Información Fitosanitaria de Andalucía (RAIF), en la zona arrocera situada en la margen derecha del Río Guadalquivir, que abarca una superficie de aproximadamente 24.000 hectáreas, la gestión del riego a nivel de Comunidades de Regantes (CCRR) es ligeramente diferente a la zona arrocera de la margen izquierda.
En la margen derecha, las tomas de agua, se realizan directamente del río, a través de una serie de bombas de extracción, situadas a lo largo del mismo, que van distribuyendo el agua, por sectores. Cada uno de estos sectores constituye una Comunidad de Regantes. A través de canales principales y secundarios, el agua es reconducida hasta las parcelas individuales. Durante el tiempo que dura la campaña de riego del arroz (≈ 120 días) la dotación del agua total, concedida por la Confederación, se va soltando por día con un caudal medio fijo. Esto hace que la calidad del agua de riego en esta margen esté muy influenciada por las mareas y, por tanto, por la concentración salina, la cual va aumentando a lo largo del río, aguas abajo. Como consecuencia, unas zonas son menos productivas que otras, existiendo grandes diferencias de producción entre las situadas aguas arriba (La Puebla del Río), que son las más productivas de la margen derecha, y las zonas más bajas (Ermita-Cantarita), que suelen ser menos productivas.
El arroz es un cultivo que se considera medianamente tolerante a la salinidad, pero tiene un umbral de tolerancia que se estima alrededor de los 3 dS/m (1.5-2 g/l), por encima del cual, la planta de arroz empieza a sufrir estrés hídrico, lo que impide la absorción de agua y nutrientes, provocando un desbalance nutricional y toxicidad por sodio y cloruro, que en casos severos puede llevar a la muerte de la planta. Esta tolerancia varía en función del estado fenológico del cultivo, siendo las etapas más sensibles, la de estado de plántula y la fase reproductiva.
Según la RAIF, en la campaña 2025 la Junta Central de Usuarios de la Margen Derecha del Guadalquivir ha tomado una serie de medidas para un mejor manejo del agua de riego, con el objetivo de paliar los efectos de las mareas y reducir así, la concentración salina del agua de riego en las parcelas de arroz:
La primera medida tuvo lugar al inicio de la campaña, durante la inundación inicial de las parcelas. Esta se realizó de manera conjunta en toda la margen derecha; es decir, todas las CCRR comenzaron a extraer agua del río el mismo día, en lugar de hacerlo por turnos, como se venía haciendo. De este modo, todos los sectores efectuaron su primer llenado de parcela con niveles salinos bajos. Esto ha sido muy beneficioso, sobre todo para aquellas parcelas que han permanecido en barbecho, las últimas campañas, donde el terreno se encontraba salinizado, por la sequía.
La siguiente medida y principal ha sido la ordenación del riego desde la cabecera, es decir, coordinar desde la Junta Central, la suelta de agua de los embalses en función de los coeficientes de mareas, de manera que durante la campaña de arroz se ha hecho coincidir sueltas de mayor caudal (≈30-40 m3/sg), durante periodos de 5-6 días, en el que el que el coeficiente de marea alcanza su valor máximo, con el objetivo de hacer presión en el río y mantener el tapón salino alejado de los puntos de captación de agua para el cultivo del arroz.
Otras medidas han sido la regulación de los desagües principales, impidiendo la entrada de agua del río en ellos, mediante la colocación de piedras escolleras, que hacen un efecto de compuerta, además de la coordinación de la Junta Central fijando los cortes de riego y los caudales medios diarios de cada Comunidad de Regante, que hasta entonces se hacía de manera independiente por Comunidad.
Este nuevo manejo del agua de riego ha hecho que los niveles de sal se mantengan por debajo del umbral de tolerancia durante toda la campaña en todos los sectores de la margen derecha. Esto ha permitido obtener producciones bastante homogéneas y más elevadas en toda la zona con respecto a campañas anteriores.




